5 momentos durante la carrera en los que decidí NO rendirme
5 momentos durante la carrera en los que decidí NO rendirme

Al escuchar el disparo de salida nos concentramos en un solo objetivo: llegar a la meta. Sin embargo, hay veces que el camino resulta más difícil de lo que parece y nos topamos con algunos obstáculos, pero que sin duda podemos superar.

En lo personal, estos han sido los cinco momentos más duros que me ha tocado resolver mientras me enfoco en mi camino para llegar a la meta.

Cuando corrí lesionada

Recientemente tuve uno de las peores lesiones en mi vida como atleta, me rompí un ligamento, tendinitis y fractura trabecular; todo en mi pie izquierdo. Estoy segura de que tú como yo te has visto en una posición similar, pero no te rendiste. Con cada paso que dabas aumentaba el dolor, pero tu cuerpo y tu corazón de corredora sabía que pronto iba a pasar y que con cada kilómetro recorrido eras más fuerte y te sentías más recuperada.

El cansancio vs. mí

Sentirnos cansadas en un punto de la competencia es de lo más válido, pero debe ser en ese momento en el que tu mente entra en acción y te recuerda que estás preparada para eso y más. Recuerdas que cuando las piernas se cansan le toca al corazón hacer lo suyo, y ahí está… el cansancio desaparece.

Cuando los recuerdos llegaron

Ir enfocada y de la nada acordarnos del pleito que tuvimos en la mañana con nuestra pareja, o de los pendientes del trabajo que cada vez son más, son otros de los pensamientos que debemos aprender a manejar. Recuerda que correr libera; es tu tiempo de reflexión. Utiliza cada idea que llegue a tu cabeza y transfórmala en motivación, verás cómo llegas antes a la meta.

Al saber que no romperías mi marca

Las cuentas no me daban, sabía que por más que pusiera de mi empeño no lograría bajar esos segundos que tanto quería, pero eso no me detuvo. Seguí corriendo pensando que estaba dando lo mejor de mí y sabiendo que al llegar a la meta me sentiría igual de orgullosa de mi tiempo porque lo dejé todo en el camino. “Ya vendrá otra meta por cruzar”, me dije cuando pare mi cronómetro.

Cuando escuché los aplausos

El calor, el sudor, hambre, sed y cansancio son factores a los que vivimos expuestas las corredoras, ¡y todos al mismo tiempo! Qué sería de nosotras sin esos aplausos y gritos de la gente que nos inspira en el camino a llegar a la meta. Sin duda son una carga de energía que necesitamos con cada kilómetro. Fue en estos momentos de la carrera en los que supe que no era momento de darme por vencida.

¿A cuántos de ellos te has enfrentado?