Mucha gente que no tiene la misma pasión que yo por correr siempre dice que es un deporte sin chiste. Haciendo una retrospectiva pude confirmar que no, correr no es solo eso. Correr me lleva más allá, me ha llevado a vivir experiencias tan puntuales que otra cosa no me las hubiera dado.
La experiencia de tener más orden en tu vida. El día tiene 24 horas y nosotras con dedicarle aunque sea 1 hora de nuestro día a correr no tiene porqué ser un verdadero caos. Por eso es que empezamos a ponerle orden a nuestra vida, teniendo claros nuestros horarios y nuestras prioridades, esto ayuda en la vida diaria.
La experiencia de conseguir amistades inimaginables. Correr es un deporte que tiene la ventaja de poder hacerlo sola o acompañada. En lo personal, yo corrí alrededor de año y medio sola y me sentía muy bien. Un día decidí que era tiempo de correr junto a otros corredores y desde ahí no lo he podido dejar. Aparte de que te sientes más motivada y se te hace menos cansado el entrenamiento, puedes encontrar a más gente con gustos y pensamientos en común a los tuyos. En estos tres años he conocido a muchas personas y es algo que si no hubiera hecho, no hubiera logrado.
La experiencia de conocer lugares de una forma distinta. Cada que planeamos un viaje, no sólo buscamos los hoteles, los lugares de comidas típicas, sino también las rutas más conocidas para correr, el bosque más cercano, etcétera. No solo disfrutas de un nuevo paisaje, sino también de tu compañía en otro lugar y con nuevas experiencias.
La experiencia de afrontar un miedo y ser paciente. Este punto quizá muchas corredoras no lo hayan sufrido aún, y quizá nunca lo sufran en su vida; a nadie se le desea el mal. El sufrir una lesión por menor o mayor que sea nos enseña una gran lección, aprendemos a superar cualquier adversidad que se nos interponga, a ser pacientes y seguir instrucciones al pie de la letra para así poder salir lo más rápido posible de una lesión.
La experiencia de la victoria. Muchas veces la gente te dice lo que no puedes lograr o vencer, y la realidad es que todos esos malos comentarios solo son reflejo de sus inseguridades. Cuando nosotras nos proponemos cruzar la meta de una carrera y lo logramos, nos sentimos las dueñas del mundo. Todos podrán decirte que no lo lograrás, pero siempre está en ti no decir nada, sino demostrarlo.
La experiencia de motivar a otras personas. La comunidad de corredores siempre se apoya entre sí y, es algo que me encanta. Y no sólo nos motivamos entre todos y todas, sino también a la gente que está en busca de un nuevo hobbie, les contamos de nuestras experiencias y podemos lograr que se unan a hacer un deporte tan sencillo y bonito como es correr.
La experiencia de soñar en grande. Y hacer realidad ese sueño. Puede que nos lleve más tiempo de lo que esperábamos, pero eso no impide poder correr el la carrera o el maratón que más deseamos. Aprendemos que ningún sueño es mas grade que nuestras ganas de lograrlo.
La experiencia de hacer un cambio radical en tu vida. Nadie nació con esta afición, la descubrimos en el momento en que decidimos hacerlo. Cambiamos y sacrificamos muchas cosas para poder correr aunque sea 1K. Correr siempre nos traerá cosas buenas, una buena vida, una buena alimentación, buenos amigos, buenas experiencias.