De caminante a corredora, si se puede. Llevas un tiempo caminando, como parte de tu rutina para mantenerte saludable, pero ¿la idea de correr te abruma? Estás más cerca de lo que crees, y te compartimos estos sencillos pasos para lograrlo.

  1. Chequeo médico

Antes de realizar cualquier actividad física, es muy importante conocer las condiciones de tu cuerpo, visita a tu doctor para descartar cualquier contraindicación, y puedas correr sin poner en riesgo tu salud.

  1. Alimentación

El correr te requerirá más energía que el caminar, así que necesitas ajustar un poco tu ingesta calórica para evitar algún malestar.

  1. Hidratación

Al aumentar la intensidad de tu entrenamiento, tu cuerpo sudará más, consume la cantidad de agua y electrolitos necesaria para mantener tu cuerpo hidratado.

  1. Entrenamiento mental

Es claro que correr te exigirá más que caminar, deberás convencer a tu mente de no rendirse y mantener una buena actitud ante el reto de los primeros días.

  1. Consigue un cronómetro

Este te será de gran ayuda para monitorear las sesiones de trote-caminata que te llevarán de caminante a corredora. El de tu celular puede servir, además existen apps en las que puedes programar intervalos con alarmas, son súper útiles.

  1. Intercala caminata y trote

Comienza por caminar algunos minutos para calentar, de 5 a 7 serán suficientes. Posteriormente intercala periodos de trote y caminata. Sostén 30 segundos trotando y luego camina por 1 minuto, repítelo varias veces, hasta completar de 25 a 30 minutos de entrenamiento. Si te cuesta trabajo recuperar el aliento después del trote, reduce la velocidad del mismo.

  1. Extiende los periodos de trote y acorta los de caminata

Conforme tu cuerpo vaya desarrollando resistencia, reduce el tiempo caminando y aumenta el tiempo del trote. Pronto podrás hacer 3 minutos trotando por 1 caminando, 5 minutos trotando por 1 caminando, y así sucesivamente hasta que no necesites caminar más y sostengas un trote constante.

  1. Complementa tu entrenamiento con sesiones de fuerza

Agregar algunas series de ejercicios de fuerza será el complemento perfecto para dar el gran paso. Sentadillas, desplantes, abdominales, planchas y lagartijas te darán excelentes resultados.

Con estos sencillos pasos pronto estarás corriendo. Tu cuerpo te dará la pauta, escúchalo, sé constante y confía en el proceso.

Por Rosario Ramírez Gutiérrez

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