Al decidir vencer mis temores y empezar a correr busqué modelos a seguir, cuando se empieza es fácil identificar a los corredores experimentados de los cuales se puede aprender mucho, es imprescindible estudiar a esas personas si queremos alcanzar la excelencia.

Mis musas fueron mujeres que reunían las características que yo buscaba, además de la edad, pues pasan de los 40 años y tienen alma de guerreras. Con cada paso que di, mientras poco a poco aumenté mis distancias y resistencia, las observé correr día a día, sin importar las inclemencias del tiempo ellas seguían adelante, con calor, frío, lluvia, vientos impetuosos, ellas ahí estaban, las miraba y siempre repetía en mi interior ¨un día correré como ellas¨.

Ubicarlas con mi vista me recordaba cuál era mi meta. Y así con el paso de los meses empezamos a saludarnos a lo lejos y a hacer una señal: «pulgar arriba», para animarnos en el camino y posteriormente a desearnos un buen día.

Ellas no tenían idea de lo importantes que fueron para mí durante esos 11 meses, tiempo en el que me mantuve en el esfuerzo por hacer de esta disciplina mi nueva forma de vida. Pero al acercarse la fecha de cumplir mi primer año corriendo decidí abordarlas. Brevemente les expliqué cómo mis crisis asmáticas desaparecieron y los beneficios obtenidos en mi salud en general gracias a correr.

Les hablé un poco de lo mucho que me gustaba salir a correr por las mañanas y finalmente les di las gracias porque sin ellas saberlo, me alentaron y animaron para mantenerme en la lucha cada día.

Tenía esa inquietud y debía hacerla, me acerqué a cada una en su momento y les di las gracias, inmediatamente después me inundó un sentimiento de paz que me confirmaba haber hecho lo correcto, darles las gracias era mi deber.

Detrás de cada persona valiente y decidida que se mantiene en busca de alcanzar nuevas metas siempre habrá un modelo a seguir, así me sucedió a mí. Es necesario que hagamos un alto en nuestra carrera, disminuir el paso, si es necesario retroceder, ser humildes y dar las gracias, pues de esta manera devolveremos un poco de lo mucho que nos han dado esas personas que nos inspiran, esto es aplicable en el tema de ser corredora pero también en la vida en general, familia, trabajo, maestros, amigos, etc.

Considéralo, te invito a poner en práctica ese pequeño gesto y te verás grandemente beneficiada pues te hará crecer como persona. Ser amable y agradecida te traerá kilómetros de riqueza y felicidad ¿Habrá alguien a quién tienes que darle las gracias hoy?

Supongo que te preguntarás quiénes son las mujeres que me inspiraron y muy importante para nuestra curiosidad femenina, quieres saber qué edades tienen. Estas grandes mujeres que motivan con su ejemplo son Betty de 58, Rica de 51 y Delia de 44 años.

Gracias de nuevo por inspirarme, ha sido un verdadero honor y placer poder correr con ustedes.

Elvia Gaxiola

Soy Corredora