Es bien sabido que los días previos a que llegue el periodo menstrual y durante el mismo, nos llegamos a sentir incómodas, pesadas o adoloridas. Y aunado a esto, la inflamación, los cólicos y el cansancio, ocasionan que las actividades cotidianas como ir a correr nos cuesten más trabajo.

Para contrarrestar estos efectos adversos no hay necesidad de consumir analgésicos y medicamentos, sólo basta realizar algunos ejercicios y posturas de yoga, en combinación con una mejor alimentación, que nos permitan lograr una mejor circulación así como mitigar dolores y disminuir los calambres que pueden aparecer.

Con esto es un hecho comprobado que la hinchazón de los senos, el dolor de cabeza, los dolores abdominales, el mal humor y náuseas, desaparecen gradualmente, así como cualquier otro síntoma previo a la menstruación.

Hacer yoga ayuda muchísimo, ya que para evitar que el entrenamiento no se vuelva un tema de fastidio o inconveniente por tener el periodo, a través de sus posturas no sólo nos alargamos sino masajeamos nuestros órganos internos, estimulando la eliminación de toxinas y limpiando la sangre estancada que llega a acumularse.

A través del yoga, podemos cambiar nuestra forma de pensar, atrayendo la paz y el equilibrio interior, viviendo y buscando una vida más saludable.

“Busca un rincón que te transmita serenidad, que te permita estirarte con comodidad y que no haya demasiadas cosas que puedan distraerte. Tampoco lo hagas de manera apresurada ni con tareas pendientes, pues se trata de que por ese tiempo, te liberes de todo pensamiento y puedas poner la mente en blanco”, nos comenta Claudia Guerrero, yoga coach de Hard Candy Fitness.

La rutina que nos recomienda el club de la reina del pop Madonna, se basa en 3 posturas básicas, que son las siguientes:

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  1. Balasana o posición del niño

Coloca tus rodillas en el suelo, con las piernas juntas, y los glúteos sobre los talones. Los brazos a los lados, tocando los pies, si te es posible. La frente en el suelo.

Sus beneficios: Estira las caderas suavemente, así como los muslos y las rodillas; brinda calma el cerebro y ayuda a aliviar el estrés y la fatiga. También alivia el dolor de espalda, provocado por la menstruación, cuando se hace con la cabeza y el torso apoyado.

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2. Utkatasana o la silla

Puedes partir de Tadasana para hacer esta postura.

Inhala y levanta los brazos perpendicularmente al suelo. Mantén los brazos paralelos, con las palmas frente a frente o unidas. Exhala y dobla las rodillas tratando de situar los muslos lo más paralelos al suelo que puedas. Trata que las rodillas no sobrepasen demasiado los dedos de los pies. Mantén la zona lumbar estirada. Asegúrate de que el pecho no está demasiado inclinado hacia delante. Mantén fuerte los brazos estirados hacia arriba.

Sus beneficios: fortalece los tobillos, muslos, pantorrillas y la columna vertebral. Estira los hombros y el pecho. Estimula los órganos abdominales, el diafragma y el corazón. Reduce los pies planos.

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3. Adho Mukha Svanasana o El perro boca abajo.

Es una postura de transición y también de descanso.

Pon las rodillas y las manos en el suelo, asegurándote que las rodillas estén directamente debajo de tus caderas y las manos un poco más adelante de los hombros. Separa bien todos los dedos de la mano, dejando los dedos índices paralelos. Siente la postura base bien firme en los 4 puntos donde estás apoyándote, asegurándote así firmeza y estabilidad en la postura. Inhala mientras doblas los dedos de los pies hacia delante, y apoyándote en ellos levanta las rodillas del suelo, mientras vas exhalando. Debes sentir el peso de tu cuerpo en las manos y en la parte delantera de los pies. Eleva las caderas de forma que tu coxis y trasero apunten hacia el cielo. Con una exhalación, presiona la parte superior de los muslos hacia detrás y lleva los talones hacia el suelo. Estira las rodillas sin bloquearlas. Estira bien los brazos desde las muñecas hasta los hombros y mantén la cabeza entre los brazos en línea con la columna. Lleva los hombros hacia atrás, de forma que la parte superior de la espalda forme una línea recta con los brazos. Tu cuerpo queda como una V invertida.

Sus beneficios: calma el cerebro y ayuda a aliviar el estrés y la depresión leve; energetiza el cuerpo. Estira los hombros, los isquiones, las pantorrillas, los empeines, y las manos. Fortalece los brazos y las piernas. Ayuda a aliviar los síntomas de la menopausia. Alivia el malestar menstrual, cuando se hace con la cabeza apoyada. Ayuda a prevenir la osteoporosis. Mejora la digestión. Alivia el dolor de cabeza, insomnio, dolor de espalda y fatiga. Es perfecto para tratar la hipertensión arterial, asma, pie plano, la ciática y la sinusitis.

Con estas cuatro posturas, se mitigan las molestias del periodo menstrual, permitiendo que los órganos internos se tonifiquen y mantengan en forma, logrando una sensación completa de bienestar y salud.