Las fotos de su abdomen se han vuelto virales en las redes sociales durante las últimas semanas. Su nombre es Stephanie Rothstein Bruce, originaria de Arizona, tiene 32 años y es mamá de dos niños, uno de casi dos años y otro de tan solo 6 meses ¡y está entrenando para participar en las Olimpiadas!. En sus redes sociales comparte cómo cambió su cuerpo y sobre todo, su abdomen después de dar a luz, además cómo ha regresado a tener fuerza en las piernas y cómo mantener un super ritmo en sus entrenamientos.

¿Y saben qué? Me sentí feliz de verla. Yo también soy mamá de dos niñas, una de 6 años y otra de 7 meses y en este último embarazo, bajar de peso me ha costado mucho menos que la primera vez.

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Desde hace un mes y medio me he sometido a una dieta baja en grasa, cero consumo de lácteos y alta en carbohidratos complejos y vegetales. He bajado 5 kilos de peso pero tengo la meta de acabar con los 13 kilos de grasa que me sobraban . Pero los posts de Stephanie en Instagram me han hecho sentir que no estoy sola y que si ella, siendo una atleta elite, vive con ese dilema y ha elegido sincerarse con todas y mostrarnos su realidad, las corredoras recreativas como yo se lo agradecemos.

Para alguien que hace ejercicio con regularidad como es mi caso, a veces resultaba frustrante ver mi estómago flácido, esponjoso, con «rollitos», grasosito pues… y como decidí amamantar (algo que me amé profundamente), el asunto se complicaba porque aunque bajé de peso muy rápido (me eché 7 kilos los primeros dos meses después de parir de los 11 que subí) gracias a un plan de alimentación que me hizo mi nutrióloga Mariana Camarena, mi organismo siguió reservando grasa para producir la leche.

Me salieron estrías ¿creen que me salvé? ¡Pues no!, las marcas quedan moradas al principio y luego blancas, por ello, tuve que untarme crema con rosa mosqueta y glicerina para disminuirlas. Además, usé faja durante un par de semanas y eso me ayudó, me aplicaba un gel frío que es desinflamatorio y que hice en casa con éter, romero, ruda y cáscaras de nuez pero les confieso que no pude traer puesta la maldita faja todos los días de la cuarentena, aunque muchas mujeres de mi entorno me rogaron que lo hiciera. ¡Yo nomás no puedo vivir como si me faltara el oxígeno! Estar «apretada» todo el tiempo me producía estrés, hasta me ponía de malas. Para eso, preferí hacer mucho cardio y rutinas de abdominales cuando me acordaba.

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Ya he dejado de amamantar a mi hija (lo hice por 6 meses) y ahora estoy empeñada en bajar mi ritmo de carrera. ¡Eso no me ha costado nada!. Al final, mi cuerpo tiene memoria y mi mente enloquece cuando corre. Y para conseguirlo más rápido, me he unido a un grupo de amigas para que me «jalen» mientras corremos y me he hecho mi propio plan de entrenamiento.

Pero si hay algo que me ha funcionado mucho, son los ejercicios que compartió conmigo mi querida Leticia Román de Ser Sana Body Method. Los probé en un boot camp que hice con ella y adidas en Acapulco a principios de febrero y me he llevado una grata sorpresa, no solo me encantaron sus clases (son todo menos aburridas), también me hice más consciente de lo que significaba cambiar todavía más mi alimentación (en 3 días experimenté cambios radicales en mi organismo), por ejemplo, eliminar la leche de vaca ha desinflamado mi cuerpo y mejoró mi digestión, y tomar una taza de agua tibia con limón en ayunas, me ayuda a reducir la acidez del cuerpo, a fortalecer mi sistema inmune y a depurar el organismo, los resultados han sido maravillosos.

Para bajar de peso no solo he estado corriendo también alterno con las clases de Ser Sana, unos días hago pliométricos, otros abdomen, glúteos y cuerpo en general, y eso lo combino con mis entrenamientos de carrera.

¡No saben lo bonito que se siente que los jeans que usabas antes de embarazarte hoy te queden «aguados»! Pero lo mejor, es que para quienes hemos adoptado este estilo de vida, la realidad es que no resulta torturante hacer esto, simplemente haces pequeños cambios a tus hábitos y las cosas funcionan.

Voy a llegar a mi meta, lo tengo claro, si mi cuerpo tardó 9 meses en formar un bebé y la piel de mi estómago se estiró en ese mismo periodo de tiempo, ¿por qué tendría que forzarlo a que regrese a donde estaba en tiempo récord?

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La flacidez, la grasita rebelde y las estrías son las huellas de las vidas que llevé dentro y estoy orgullosa de ello. Mi disciplina y constancia son mis aliadas para seguir corriendo y eliminar la grasa que me sobra, pero mi pasión por correr es la que hace que todos los días tenga fuerza de voluntad para que vuelva a casa con una sonrisa y mis hijas tengan a una mamá feliz y eso, mi esposo también lo agradece. 

Nos seguimos leyendo

Sonia Chávez

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