Antes del gran día, toma en cuenta estas recomendaciones. Correr un maratón es un gran esfuerzo y queremos que tu experiencia sea inolvidable. ¿Estás lista?
- Una noche antes, haz un trabajo de visualización. Imagina cómo será tu llegada a la meta y los sentimientos que vas a tener. Si te lo crees, lo vives.
- Cuando llegues a la línea de salida, agradece a la vida la oportunidad, pocas son las que se atreven.
- Divide tu maratón en tres partes: la primera córrela con tu cabeza, la segunda con tu personalidad y la tercera con el corazón.
- Arranca despacio y administra tu ritmo, si llegas a buen paso a la meta, tu experiencia será más placentera.
- No corras de prisa, ya entrenaste para tu marca, tu no corres por dinero, tu corres por pasión.
- Consume carbohidratos e hidrátate durante la carrera, evita llegar a la pared, pero si te alcanza, trae a la mente las razones por las que estás ahí.
- El maratón es como la vida, se empieza feliz, y pueden aparecer el dolor, la frustración, el cansancio, la tristeza, pero para eso corres, para vencer a tus demonios y llegar victorioso a la meta.
- No cambies la estrategia por consejos de última hora ni tampoco vayas más rápido ni más despacio, ¡es tu reto!.
- Disfrútalo, ningún maratón vuelve a ser igual, cuando te sientas cansada, una sonrisa siempre te levantará.
- Un maratón es un maestro, ve dispuesta a aprender una lección, corre con humildad y reconoce el triunfo de los otros. Sin embargo, no olvides que eres una valiente por estar ahí y el reto es contigo mismo no con los demás.
Felicidades, cuando tengas la medalla en tus manos, abrázala, bésala, grita, salta…un maratón te cambia la vida.
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