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– Para valorar nuestra vida. «Cuando termino mi carrera, me siento invariablemente una persona más feliz y orgullosa de mí misma. Correr para mí, es un acto de amor propio. Es un encuentro íntimo conmigo. Es mi ritual personal de apego por la vida», Valeria Villa. Su historia aquí

– Para vivir en el presente. “Hoy tienes una oportunidad única en tus manos. Si empiezas hoy, que es un día lleno de retos y lo logras, te vas a dar cuenta que ni un huracán te va a hacer desistir de tus metas”, Laura Montero. Su historia aquí

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– Para regresar a la vida. «Hoy, las razones por las que corro son otras por las que inicié. Hoy cuando tengo dudas, me pongo unos tenis para resolverlas. Si tengo una alegría que compartir, la celebro con una carrera. Hoy, soy corredora porque disfruto celebrar mi vida con lo que me salvó de morir: correr», Fernanda Ramo. Su historia aquí

– Para deshacernos de un sentimiento. «Yo empecé a correr para dejarlo atrás, para desahogarme, para deshacerme y al final del día me di cuenta que soy muy buena haciéndolo, tengo resistencia, tengo disciplina, ¡Amo correr!», Berenice Alvarez.  Su historia aquí

– Para superar complejos. «Yo estaba enojada con la vida porque no sabía qué era lo mío, yo decía que no podía hacer nada por mi sobrepeso. Si yo empecé, muchas jóvenes que no creen en ellas mismas, lo pueden hacer», Ana Laura Peña, corredora de obstáculos. Su historia aquí

– Para ser agradecidas. «Correr me enseñó a vivir bajo una política de brazos abiertos para recibir agradecida…para dejar ir, igualmente agradecida. A tentarme a mí misma, a buscar salir de mi zona de confort para alcanzar nuevos límites y vencerlos una y otra vez», Dafne Tenorio. Su historia aquí

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– Para ayudar a los demás. «Mi carrera aparte de disfrutarla como siempre, tuvo un motivo más, llegar a la meta y ver a Sofi esperándonos con una sonrisota y un chocolate, fue el mejor regalo. ¡Gracias Sofi, lo logramos!. Esta carrera me dejó lleno el alma y el corazón. Hay mucho por hacer todavía», Ana Gaby Veloz, maratonista. Su historia aquí

– Para aceptarte tal como eres. «Hoy soy maratonista, pero lo más importante: hoy me reconozco como Mariana. Hoy siento un infinito amor por mi y hacia el universo. Hoy tengo muchas ganas de seguir viviendo», Mariana Castro. Su historia aquí

– Para aceptar a la diabetes. «Quisiera decirles a todas las mujeres que viven con diabetes, que la vida está esperándolas allá afuera, lejos de sus miedos, que salgan a la calle para trazar una nueva ruta llena de posibilidades», Marisol Gil. Su historia aquí

– Para superar el abandono de un hombre. «Seguí corriendo con menor intensidad en cada pisada y con mucha intensidad sentimental, lloraba por haberme abandonado y obtener el mismo mugre resultado que la vez anterior pero recurrí a sanar mi alma corriendo como tantas veces lo he hecho, mi quitapenas, mi salva almas», Liz Hernández. Su historia aquí

– Para admirar más a nuestras mamás. «Mi madre dice que solo tú eres dueño de tus pasos y de que tan lejos quieres llegar, estoy muy orgullosa de ella, la amo y me inspira profundamente». Maga Talita. Su historia aquí

– Para bajar de peso. «Cambié mis hábitos alimenticios y en 8 meses llegué a 54 kilos de peso, pero lo que más sorprendente para mi ha sido que el correr me ha ayudado a liberar miedos, tristezas, bajar de peso y a lograr mi meta», Lizett Ayala. Su historia aquí

Portada

– Para estar más cerca de la familia. «Es mi motor para cualquier actividad y más en mis carreras donde siempre me apoyan, me esperan en la meta y después, todo se los dedico a ellos», Ara Ruiz. Su historia aquí

– Para correr un maratón abajo de las 3 horas. «Cuando llegué al punto de reunión y vi los rostros de mis hijos y Jorge (mi alma gemela y entrenador) corrí a abrazarlos y llenarlos de besos, estaba completa, la vida me había dado más de lo que necesitaba», Nansy Sánchez. Su historia aquí

– Para estar con nuestros hijos. «Cuando nació mi hija, me encontré con la problemática de no tener quien la cuidara, así que comencé a correr en el parque con carreola. No hay pretexto ni límite para lograr los sueños. Somos muy fuertes y solo es cuestión de enfocar nuestros objetivos», Elizabeth Munguía. Su historia aquí

– Para vernos más bonitas. «Con cada meta que he cruzado, cada día me hago más fuerte de cuerpo y mente. Ahora me caigo mucho mejor que antes, pero sobretodo, ya amo a la persona que veo frente al espejo», Fabiola Sánchez. Su historia aquí

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– Para tener pasión por la vida. «La vida va muy rápido a veces, asegúrate que todos los momentos sean preciosos porque el tiempo no nos espera», Isis Breiter. Su historia aquí

– Para entender que nunca es tarde para empezar. «Nunca es tarde, ¡levántense! ¿No se quieren ver bonitas? Háganlo, no desperdicien su tiempo. Hagan su propia pasarela», María Molina, corredora de 67 años. Su historia aquí

– Para confiar en ti. “Puedes terminar la carrera y las piernas te dolerán por una semana, o puedes renunciar y tu mente te dolerá por toda la vida”, Roselia Valdovinos. Su historia aquí

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– Para callarle la boca a los demás. “Mira su cuerpo y eso que según ella corre, no lo logrará porque corre un medio maratón sin entrenamiento, así correrá el maratón, no sabe ni lo que dice, está loca…aún con eso, corrí un maratón», Blanca Gómez. Su historia aquí

– Para dejar los dolores. «Correr me emociona, me apasiona, me llena, me enorgullece. Muchos malestares físicos, que ahora entiendo, que más que físicos eran emocionales, se han ido», Alma Vázquez. Su historia aquí

– Para que nadie nos controle. Estaba casada pasando violencia en mi matrimonio, aunque nadie lo sabía y todos creían que yo era muy feliz, hoy soy más fuerte de lo que creí, porque nada, ni nadie me controlará nunca más», María Preciado. Su historia aquí

– Para superar la ansiedad. «Aunque te duelan los obstáculos que la vida te ponga no te desanimes, continúa con tu objetivo y llega a tu meta, sabemos que tendremos caídas pero nos podemos levantar y seguir luchando», Miriam Lavariega. Su historia aquí

– Para romper esquemas. «Tuve la persistencia de continuar cuando mi cuerpo, y toda una cultura detrás, me decía ‘date vacaciones’. Porque tuve las agallas de seguir cuando muchos, en todo el mundo, dicen ‘no se puede’. Porque vencí el temor de hacer lo que casi nadie ha hecho. Porque creo contribuir como ejemplo e inspiración para mis hijos y para muchos otros corredores», Alice Gómez, corrió embarazada de 36 semanas un maratón. Su historia aquí

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– Para dejar de fumar. «Fumaba desde hacía al menos 30 años. Empecé a correr y caminar y habiendo decidido dejar de fumar con el pensamiento de que mi nuera luchaba por vivir y yo por ‘darme en la torre’. Hoy, cuatro años después, estoy sana y yo cumplí los mismos sin fumar, habiendo corrido hasta maratones», Martha Patricia Castañeda. Su historia aquí