Después de hacer mis kilómetros diarios me siento para contaros mi experiencia en mi primera maratón.
Quiero compartirla ya que a veces estamos rodeados de personas que no entienden que correr es parte de nuestra rutina diaria y tenemos que oír frases como: » ¿con lluvia vas a salir?,»»con este viento….estás loca», o en tiradas largas escuchar :» no corras tanto, si estás delgada». Estos comentarios son de personas que no saben lo que el correr nos hace sentir y por eso quizás hay corredores que no sigan hacia su sueño.
Mi nombre es Natalia y me inicié en este mundillo gracias a mi padre que lleva toda la vida corriendo.
Tras varios años corriendo me di cuenta que cuanto más largo era el recorrido más disfrutaba, pero nunca se me pasó correr una maratón por la cabeza, lo veía algo imposible, tantos kilómetros.
Hasta que por casualidad el 29 de enero vi en Facebook que anunciaban la 2a edición del 261 Women’s Marathon.
Se lo comenté a mi marido (mi entrenador) y sus palabras fueron: «a por ella, ánimo, siempre se puede»
Me quedaban 8 semanas de duro entrenamiento pero era tanta la ilusión que disfrutaba de cada día de cuestas, de cada día de series, de cada tirada larga de 16, 20 y hasta 30km. Todo parecía que marchaba bien, hasta que en la semana 6 mis entrenos bajaron debido a una gripe que duró más de una semana.
Cuando parecía que remontaba, apareció una molestia en mi pie que hizo que mi 7a semana fuera solo de rodaje suave, quise tirar la toalla.
Fui al traumatólogo y me sacaron líquido que tenía alrededor del tendón, de ahí el dolor que tenía. También me hicieron un tratamiento de epi, el cual me impedía casi caminar al día siguiente.
Me quedaban menos de dos semanas, el abandonar era lo único que pasaba por mi cabeza y mi entrenador siempre me decía que el trabajo estaba hecho, que disfrutara de la experiencia.
El jueves antes de la maratón hubo una conferencia con Katherine Switzer, en la cual estaba Brigitte Yagüe que con sus palabras me hizo darme cuenta que si no iba a la maratón me arrepentiría a cada momento.
8 de marzo, día de la maratón, mi ilusión era correrla, terminar y disfrutar por todo el mundo que me había animado.
Llegó el momento de la salida, con miedo a sentir molestias pero iban pasando kilómetros y era tantan las ganas que había puesto que llegó el km 34 casi sin darme cuenta. Para mi sorpresa, allí estaba mi marido con una camiseta donde ponía: «ÁNIMO NATALIA, SIEMPRE SE PUEDE «, las mismas palabras que me dijo al empezar mi preparación, eso me dio una inyección de energía la cual me hizo llegar a meta.
Para mi sorpresa, no sólo llegué a la meta, sino que lo hice en 3h47, quedando primera de mi categoría.
Ha sido una experiencia que recomiendo a todo el mundo, que durante el camino habrá obstáculos, que no es fácil, pero siempre hay que intentarlo.
Quiero agradecer a Katherine Switzer, a la organización de la 261 Women’s Marathon y ¡cómo no! a mi entrenador.
Natalia Gutierrez