Típico, terminar en el fisioterapeuta cuando ya no podemos ni caminar por una lesión que pudo haber sido prevenida.
Desgraciadamente, muchas veces creemos que nuestro cuerpo es de hierro inquebrantable, pero inquebrantable solo tenemos el corazón de corredoras, por ello, es importante darle el cuidad a necesario para evitar dolores y lesiones graves.
Así que no esperes a detener tus entrenamientos por dolor, y checa estas cinco razones para ir al fisioterapeuta con regularidad.
Chequeo general
Es como ir al médico. Debes corroborar que tu cuerpo está en condiciones para ejercitarse sin que sufras algún daño o lesión. La regularidad con la que asistas a él dependerá de tu tipo de deporte/entrenamiento y de lo que tu médico sugiera.
Descarga muscular
Si traes muchos kilómetros encima, o has cargado demasiado peso en el gimnasio, es probable que tus músculos pidan a gritos que los liberes de tanta carga de trabajo, y para ello, solo una descarga muscular llevada a cabo por especialistas, quienes dejarán tus músculos listos para la siguiente batalla.
Revisar cómo ejecutas los ejercicios
En caso de que complementes el running con aparatos y pesas, es necesario que hagas una prueba frente a un fisioterapeuta de cómo los ejecutas, de esta manera él te dirá si lo haces de la manera correcta. En caso de que no, te dirá cómo mejorar tu postura para evitar futuros daños y lesiones.
Recibir tratamiento
En caso de que ya estés lesionada, será necesario que el fisioterapeuta te revise y te explique tu grado de lesión, así como los pasos a seguir para tratarla y evitar un problema más grave.
Rehabilitación
¡No huyas de ella! Tu fisioterapeuta te dirá cuántas sesiones de rehabilitación necesitas, así como los cuidados que deberás llevar a cabo para que tu lesión sane lo más rápido posible. No dejes pasar mucho tiempo entre ellas, pues se necesita una continuidad para que quedes como nueva.