La fuerza mental se trabaja. Construir un cuerpo fuerte es la parte fácil de correr. Tener motivación, sentirte segura y confiar en el trabajo que haces, es lo más difícil. Sin duda, fortalecer tu mente cambiará tu experiencia como corredora y ¡es hora de intentarlo!
1) Nada es para siempre.
El saber que un momento negativo es simplemente temporal, es enorme. Poder comprender que habrá alivio después ayuda a seguir presionando hasta el final. Cuando estés en medio de un entrenamiento que te cueste y comienzas a sentir incomodidad, recuerda que ese sentimiento pasará pero el recuerdo de no haber dado todo o de haber tenido miedo de salir de tu zona de confort, se quedará contigo para siempre.
2) Agradece la oportunidad.
Cada vez que nos lesionamos y nos recuperamos nos damos cuenta de la gran oportunidad que tenemos al volver a correr. Estar cansada ya no es tan importante si piensas en el privilegio que es poder hacer lo que te gusta y recordar que eres una de las afortunadas que puede correr.
3) Aceptar el dolor
Es importante saber que el dolor es inevitable y con demasiada frecuencia las corredoras esperamos que cada carrera sea perfecta. Tienes que recordar que habrá obstáculos por superar, de eso se trata correr y nuestra mente debe saberlo. Aprende a “sentirte cómodo en la incomodidad”, es decir, a abrazar el estar fuera de tu zona do confort. Eso es confiar en que el logro superará el dolor.
4) Practica la flexibilidad
Obvio que vas a tener objetivos de tiempo o ritmo para tus carreras o entrenamientos (aunque sea solo por disfrutar), pero la capacidad de adaptarte es increíblemente importante. Si te sientes frustrada fácilmente y piensas que debes detenerte cuando las cosas no te salen como quieres, aprovecha lo que puedes hacer y enfócate en los recursos que tienes para que las cosas pasen lo mejor posible. Sacude lo que no puedes cambiar y controla lo que puedas.
5) Visualízate
Enfócate en que tu cuerpo es capaz y tu mente es poderosa. La confianza en nuestra capacidad a menudo se olvida cuando las cosas comienzan a ponerse difíciles. Piensa en esa frase corta que puedas repetir y te recuerde lo capaz que eres, esto te va a ayudar a aumentar tu confianza y a darte la chispa que necesitas. Saber que puedes equilibrar esos altibajos con una actitud positiva y confianza en ti misma, dará sus frutos.