Cuando yo tenía 14 años me obligaron a correr. Nunca imaginé que aquel día iba a ser el inicio de mi historia como corredora que me llevó a crear Soy Corredora. Hacer ejercicio desde adolescente me cambió la vida.
Tuve la fortuna de empezar a correr gracias a que mi madre (en ese tiempo obsesionada con que no engordara) me mandó a dar vueltas al parque que quedaba cerca de mi casa. También fue el recurso que encontró para «descargar» mi energía. Y aunque al principio renegaba mucho y lloraba mientras corría, con el tiempo fui tomándole cariño. Con el paso del tiempo se convirtió en mi escape, mi momento, ese donde podía soñar e imaginarme la vida que quería.
Recientemente di una plática para corredoras adolescentes y una de ellas me dijo: «gracias por esta plática, siento que no estoy sola». Por eso, hoy les quiero compartir 6 razones por las que deberían invitar a correr a una adolescente.
- Salud mental. Esta es la más importante. El ejercicio siempre va a ser una fuente de felicidad, gracias a la producción de endorfinas y serotonina y esto se va a traducir es más emociones positivas ante la vulnerabilidad que existe por el desarrollo de la identidad, la aceptación de los cambios físicos y su nueva realidad. Hay estudios que demuestran que los deportistas son más extrovertidos, manejan mejor sus emociones, tienen niveles menores de ansiedad y prologan más los pensamientos positivos.
- Cuidar la salud física. En América Latina el 88.9 por ciento de las niñas menores no hace suficiente ejercicio y eso se traduce en el desarrollo de enfermedades crónicas a largo plazo. Más allá de cumplir con un estereotipo creado en los medios de comunicación, priorizar la salud por encima de ello siempre será un acierto.
- Amor propio. Algunos estudios han demostrado que hacer deporte en esta etapa ayuda a que las adolescentes tengan una imagen positiva de sí mismas, ya que al vivir de forma frecuente esa sensación de logro personal que se da con el cumplimiento de metas a través del deporte, las chicas se ven más fuertes y capaces de lograr lo que se propongan. Al final, las adolescentes que practican deporte lo ven como un reto y no como una amenaza, gracias a esta percepción de valía y autoestima alta.
- Espacio para la creatividad. Sin duda, el deporte es perfecto para ello, ya que mejora la oxigenación del cerebro y por lo tanto, puedes pensar mucho mejor, además de que el rendimiento académico podría mejorar.
- Cumplir objetivos. Correr nos enseña que hay que esforzarnos, que en la vida hay metas y que para lograrlas hay un proceso que no nos podemos saltar. El ejercicio educa a la mente para la vida.
- Socialización. Hacer ejercicio ayuda a la fortalecer vínculos, a fomentar la sana competencia, a ser empáticos con los demás, a respetar a los adversarios y las reglas, a manejar la frustración, a trabajar de cerca con la disciplina, le responsabilidad y los buenos hábitos.