Momentos malos y buenos… Nos topamos con ellos cada día de nuestra vida; sin embargo, son en los difíciles cuando nos toca demostrar la fortaleza que llevamos por dentro.
Muchos creerían que por ser corredoras vivimos con la sonrisa de oreja a oreja todo el tiempo, esto es totalmente falso. También tenemos esos retos personales que cumplir, los cuales no siempre son fáciles de superar.
He aquí nueve momentos que hemos tenido que superar las corredoras.
Sanar de una lesión
Ya sea que nos tenga dos días, una semana o un mes en recuperación, es una tortura total. Solo de pensar el tiempo que pasaremos en cama alejadas de los entrenamientos y carreras nos hace agradecer lo afortunadas que somos cuando podemos correr.
Entrenar enfermas
Una gripa, gastritis, colitis o cualquier enfermedad que nos impida rendir durante el entrenamiento es otro reto a superar, más cuando hay carrera en puerta y necesitamos meterle kilómetros a nuestro training.
Perder la motivación
Hay días en los que nos queremos comer al mundo, y otros en los que queremos que nos trague la tierra; es normal. Sentir algo de desmotivación por cualquiera que sea la razón se vale, lo que no se vale es no recuperarla en cuanto antes.
No romper nuestro récord personal
Fijar nuestra mente, fuerza y cuerpo en un solo objetivo: romper nuestro PR puede significar mucho, y de no hacerlo nuestros ánimos probablemente se vayan hasta el piso, lo cual no significa que se deban quedar ahí. Aprendamos de nuestros errores y a intentarlo en la siguiente oportunidad.
Un mal entrenamiento
Los entrenamientos son la práctica para formar nuestras carreras, y llegar más que preparadas a ellas. Prueba, error, aprendizaje, superación; viviremos de todo en ellos, así que si creíste tener un mal training, ten por seguro que algo aprenderás de él.
Las críticas
Nunca falta el comentario incómodo de alguien que dude de nuestra capacidad de hacer las cosas, en este caso, de correr. Así que si te has sentido juzgada por alguien con un tiempo mejor que el tuyo, o que cuestione la forma en la que cumples tus objetivos, ¡ignora por completo!
Falta de apoyo
De un familiar, amigo, compañero de trabajo, entrenador. Hay veces que no podemos confiar 100% en una persona, por eso la importancia de saber en quién apoyarse sin dudar que esté ahí cuando lo necesitemos.
Perdernos una carrera
Ya sea porque se terminaron las inscripciones, o porque nuestra cartera no nos permitió irnos a ese maratón de NYC o de París. Cuando hay corazón las cosas tardan poco en llegar, así que sigue luchando por ellas, ¡están a la vuelta de la pista!
Organizar nuestros entrenamientos
Trabajo, hijos, descanso… ¡¿a qué hora entrenamos? ¡Nadie dijo que ser una corredora exitosa fuera fácil! Todas hemos pasado por esa situación donde no encontramos tiempo y espacio para nuestros entrenamientos, pero todo se resuelve con un poco de decisión y organización. ¡No te frustres!
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