Durante la mayor parte de mi vida había tenido problemas de autoestima pues no me sentía lo suficientemente bonita y no me terminaba de convencer mi imagen frente al espejo, no era una cuestión de compararme con alguien más, era solo que yo no creía en mi misma, y aunque siempre he sido delgada e iba al gimnasio, no encontraba algo que me diera la seguridad que tanto necesitaba para creer en mi.
El 31 de diciembre del 2011, mi papá me regaló el perrito que cambiaría el resto de mi vida pues por él empecé a correr, ya que lo llevaba todas las mañanas al lago que estaba frente de mi casa, al principio solo era caminar y llevaba zapatos bajitos pero el quería correr así que un día salí de pants y tenis para poder correr con él y la sensación fue increíble.
A partir de ahí todas las mañanas salía a correr con él y con el tiempo, me fui dando cuenta que por fin había encontrado el deporte que me hacía sentirme bien conmigo misma y me quitaba de la mente todas esas telarañas que me hacían pensar que valía menos, así que empecé a inscribirme a carreras, y mejorando tiempos en cada una de ellas. Así estuve 2 años corriendo por mi cuenta y en enero de este año, me integré a un equipo de corredores donde he conocido gente extraordinaria que me empodera.
Lo mejor vino con mi primer maratón en febrero de este año, me alegré tanto de ver hasta dónde había podido llegar y me sentí tan fuerte, que luego hice el la Cd. de México y recientemente mi 1° Major en Chicago, ¡donde le baje a mi tiempo 1 hora!
Hoy me siento más motivada y feliz que nunca y ya estoy planeando los siguientes. Es por eso que ahora puedo decir que con cada meta que he cruzado, cada día me hago más fuerte de cuerpo y mente, y que ahora me caigo mucho mejor que antes, pero sobretodo que ya amo a la persona que veo frente al espejo :D.
Fabiola Sánchez