Recientemente tuve oportunidad de participar en una clínica para corredores y hablando acerca de las partes que debemos cuidar en nuestro entrenamiento mental mencioné que, para mi, una de las primordiales es la fijación de metas.
Creo que la mayoria de nosotros aprendemos de pequeños que es bueno tener metas para poder lograr algo. Pero en este aprendizaje no nos enseñan cómo fijarlas.
Uno de los errores más comunes que cometemos es pensar a muy largo plazo. Tenemos una meta a futuro, nuestra “meta principal” y ahí la dejamos. Si bien, es necesario tener una meta final o una meta principal, también es importante enfocarnos en los pasos que necesitamos dar para poder llegar a esa meta.
Piensa por un momento. Si nunca has corrido más de 5 kilometros y tu meta es correr un maratón, quizá te sientas abrumado pues dar el salto de 5 a 42 kilómetros es mucho. Pero si piensas en los pasos que debes seguir para llegar a correr 42 kilómetros (incrementar tu kilometraje diario, hacer ejercicios de fuerza, hacer ejercicios de velocidad, correr una carrera de 10kms, correr una de 21k…) entonces será mas fácil que veas el camino y que puedas ir midiendo tu progreso.
Aquí te dejo 3 pasos para mantener la motivación alta y para lograr nuestra meta de largo plazo:
1) Escribe cual es tu meta última (o meta a largo plazo). Aquí se vale soñar. Piensa en lo que realmente quieres lograr. No en lo que crees que puedes lograr, en lo que quisieras si es que pudieras lograrlo todo.
2) Escribe qué pasos necesitas tomar para llegar a esa meta. Es decir, cuál es el paso anterior para ello, y de ahí el paso anterior, y de ahí el anterior, hasta que llegues al punto donde estás. Me explico mejor: Si tu meta es calificar a Boston, el paso anterior sería correr un maratón donde des la marca, de ahí el paso anterior seria correr un maratón completo, de ahí quizá el paso anterior sea correr un medio maratón a un paso ligeramente más rápido del paso que quieres sostener en el maratón, de ahí el paso anterior seria correr cierto volumen a la semana… y así sucesivamente.
3) Escribe en este momento qué son todas las cosas en las que necesitas trabajar. Esto te servirá para dar el primer paso de los que escribiste anteriormente (aquí entra trabajo de fuerza, fortalecer el abdomen, comer sano, hidratarte, técnica de carrera, ser consistente e ir a entrenar “X” número de veces por semana, pensar positivo…)
Selecciona una o dos de las cosas que necesitas trabajar del punto anterior y conviértelas en tu meta semanal y luego en tu meta diaria.
La mayoría de nosotros salimos a correr (o a hacer cualquier actividad) pensando en lo que queremos lograr en general, pero no le damos sentido a cada uno de nuestros entrenamientos. El estar consciente de lo que quieres lograr te va a ayudar a mantener la concentración, la motivación y, ademas, al ser algo dentro de tu control, te permitirá medir de manera objetiva si estás trabajando realmente para llegar a tu meta principal y cómo estás acercándote a ella.
Espero que esto les sirva y que recuerden tener una meta para cada entrenamiento. Puede ser tan solo el pensar positivo, el salir de tu zona de confort o cosas más especificas como técnica de carrera.
Gracias por leerme. Los invito a que me sigan en Facebook (https://www.facebook.com/insightfulrunner/), Twitter (@Tere Zacher), Instagram (@InsightfulRunner) y en mi blog (insightfulrunner.blog) para motivaciones y tips de entrenamiento durante el día.
¡Hasta la próxima!
Ahora ve:
Guía para establecer tus metas como corredora