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Estamos en esa época del año en la que ya empezaron o están por comenzar los entrenamientos rumbo a los maratones más concurridos y famosos del mundo.

El Maratón de la Ciudad de México arrancó sus entrenamientos el pasado mes de mayo y los maratones internacionales como el de NY, Chicago, Berlín y Washington se llevan a cabo entre septiembre y noviembre así que a partir de ¡YA! empieza la cuenta regresiva hacia el “Día de”.

Yo este año correré el Marine Corps Marathon que se lleva a cabo en Washington DC y al cual le tengo muchas ganas no solamente por la natural emoción y nervio de correrlo, sino porque el año pasado me quedé fuera de las inscripciones (que se agotaron en tiempo récord de dos horas) así que esta vez, decididos a que no nos volvería a pasar, pusimos alarmas, recordatorios y citas en el calendario para estar el 27 de marzo a las 11:00 am con la computadora abierta y listos para inscribirnos apenas se lanzara la convocatoria.

Fiufffff! Fue toda una odisea y un gran acto de paciencia y fe estar sentados cada uno con su compu y un Ipad tratando de entrar al sitio sólo para encontrarnos una y otra vez con la leyenda de que ¡el sistema se había caído!

Fue así, con toda la tecnología que teníamos al alcance, como Javi y yo logramos, una hora y varios intentos fallidos después, quedar dentro del grupo de corredores para este 2013.

¡¡Yuhuuuuuuuuuuu!!!

No sé si les pasa a todas pero una vez adentro, es como si de repente toda tú empezaras a funcionar diferente; ahora te fijas en todo lo que tiene que ver con correr. Lees cualquier nota relacionada con eso, guardas en tu teléfono links, imágenes y recomendaciones.

Yo le llamo “state of mind” y es que para hacer un maratón se necesitan más que dos piernas fuertes, veloces y dispuestas. Para correr un maratón necesitas entrar en ese modo de pensamiento desde el momento en que tomas la decision de correrlo porque a partir de ese primer instante, tu mente ya está cruzando la meta.

Yo inmediatamente pensé que necesitaba unos tenis nuevos y fue durante un viaje a Austin, Texas en febrero, cuando fuimos Javi y yo a correr el medio maratón de la ciudad, que aproveché los precios de la Expo para comprarme mis tenis de maratón. Mis Newton Gravity que todavía estoy probando.

Ahora estoy continuamente pensando en cuál será el outfit ideal para correr. ¿Shorts? ¿Mallas de compresión? O mi típico outfit “de la buena suerte”, ese que me ha llevado una y otra vez a mejorar mis tiempos y con el que, según yo, tengo siempre que correr porque ya se convirtió en mi amuleto.

Para correr mi 2º maratón (el primero fue en 2011 en Chicago) quiero un plan perfecto y es que voy decidida a bajar mi tiempo, y no quiero bajarle sólo unos minutos sino muchos y para eso, necesito un buen plan de entrenamiento el cual llevo planeando obsesivamente durante una semana y cada día que pasa ¡me confundo más!

¿Cómo puede ser tan complicado?

Quiero correr mucho pero no tengo tanto tiempo porque además de ser corredora soy esposa y madre y ama de casa, instructora y coach y tengo trabajo que hacer, clases que dar, textos que escribir, marido con quien pasear y peques que cuidar.

Así que ¿cuántos días a la semana quiero correr? ¿Cuántos kilómetros quiero acumular cada semana? ¿Lo hago por distancia (km) o por tiempo (hrs)? ¿Utilizo monitor cardiaco?  ¿De 20 semanas o de 16?

¡Pero si yo sólo quiero correr! Ja ja ja!!

Mi plan perfecto está todavía en construcción y le faltan un par de días para quedar diseñado. Me queda claro que perfecto no será, he aprendido a soltar el control y no buscar ser perfecta si no coherente y feliz.

Mi plan va a estar rudo, sí. Va a requerir de mucho esfuerzo, sí.

Va a necesitar de mucho compromiso, sí. Va a doler, sí.

Pero cada segundo, cada km, cada gota de sudor, cada zancada que me acerque a mi meta VA A VALER LA PENA.

Yo soy corredora y la sensación que experimento al cruzar la meta me hace sentir como una super mujer.

Saber que soy capaz de correr durante horas me llena, me eleva y me libera. Si soy capaz de cruzar la meta, soy capaz de cualquier cosa.

Pronto les compartiré mi plan perfecto.

Coach M