La satisfacción de haber terminado un maratón sigue siendo increíble, aún se siente como si fuera el primero; siempre he dicho: «el día que dejes de sentir nervios o alegría a la hora de la salida o semanas antes, significa que no lo vives como debe ser».
Chicago era un reto más, una etapa de entrenamiento intenso, sabía que algo nuevo aprendería de ese día, y así fue. Me levanté temprano, todo listo. Nerviosa, ansiosa, feliz, es como me encontraba previo al arranque, nada que no pudiera controlar. Himno nacional, minuto de silencio por lo acontecido en Boston, caras conocidas de buenos amigos y clientes de JOG&RUN.
Mis pensamientos eran positivos, recordaba los kms recorridos durante los 4 meses de entrenamiento, palabras de mi mamá «te va ir muy bien», así como de muchas personas que me desearon siempre lo mejor.
Pum! se escuchó y comenzé a correr, los primeros 5K, 10K y aceleré el paso a mi gusto me reservé mucho los primeros kilómetros, pero seguí y cada vez mi paso por km mejoraba en vez de que empeorara, seguían los kilómetros y ¡me sentía cada vez mejor! Llena de energía y fuerte. Por mi mente pasaba mi gran entrenamiento que logré, mucho se lo debo a mi entrenador que estrené ya casi al final de mi entrenamiento pero me dio mucha seguridad: Margarito Alonso.
Llegaba el km 35 para muchos la parte más pesada del maratón, pero después de 5 maratones puedo decir que nunca sentí cansancio, los últimos kilómetros tuve la satisfacción de compartirlos con un corredor de Costa Rica, no lo dejaba ni el me dejaba, al final yo apreté más fuerte, pero llegamos casi juntos.
Buscaba a mi novio, no lo veía. Buscaba a mi hermana, no la veía. Buscaba a mi cuñado, no lo veía. Pensaba: ¿se habrán quedado dormidos? pero finaliza la última curva llegando a la meta y a lo lejos escucho sus voces, no estaba segura de que fueran porque no los veía pero la alegría de que me hayan acompañado estaba presente, aceleraba más, ya era lo último.
Terminar en Michigan Ave. entre gritos de tantas personas es algo impresionante, lloras de alegría, piensas: terminé un día más de entrenamiento y esta vez hay medalla. Crucé la meta, caminaba feliz, había logrado uno más, y más que todo lo disfrute desde que inicié mi plan de entrenamiento, durante el trayecto y durante los días posteriores del maratón.
Gracias a mis patrocinadores, son parte de mi éxito! JOG&RUN, SAUCONY, GRUPO DULCERO TARAHUMARA, FRANCISCO LUNA, REACSA.
3:26:20 el quinto, uno antes de Boston 2014, y todo pinta para seguir corriendo más y mejor.
Daniella Gómez Lamadrid