Sí, hay personas que alcanzan la paz mental al correr y lo disfrutan demasiado. Sin embargo, todos sabemos que al correr los pensamientos positivos y negativos se cruzan en nuestra mente y eso, a veces confunde. Los budistas utilizan el término «monkey mind» para definirlo pero una vez que consigues dominar este conflicto, te sientes liberada y la única forma de hacerlo es la meditación. Aquí te dejamos varios tips para conseguirlo:
- Aprende a escucharte. Una de las cosas que más trabajo nos cuesta a las corredoras es hacerle caso al cuerpo. ¿Cuántas veces no te ha pedido parar y no le haces caso? Si por ejemplo, sientes un dolor o tensión en alguna zona de tu cuerpo, trata de checar la causa, si se debe al entrenamiento o bien, es una emoción escondida. Las corredoras sabemos que es normal sentir cansancio y a veces dolor, el cual debería ser pasajero, pero cuando algo se vuelve crónico o aparece después de determinados episodios emocionales, es necesario que lo revises. Nuestra recomendación es que des el primer paso y medites 10 minutos antes de entrenar y después de ello, salgas a dar lo mejor de ti. Si necesitas más ayuda, pídela.
- Pensamientos positivos siempre. Es normal que tengas pensamientos negativos pero la diferencia en que te afecten o no, radica en cómo los enfrentas. Si te enganchas con uno de ellos, será prácticamente imposible que avances. Cuando aparezca uno en tu cabeza, déjalo pasar, incluso puedes empezar a contar números y verás cómo desparece. Aprende a verlos como lo que son, solo pensamientos. Pero tener pensamientos positivos o mantras antes de una carrera, siempre te dará mejores resultados que sentirte tensa o enojada.
- Supera pequeños retos. Esa es la magia de correr, siempre tienes pequeños retos que superar aunque a veces no los veas o no quieras enfocarte en ellos. Muchas veces estamos obsesionadas con el objetivo final que perdemos de vista el proceso y no lo disfrutamos. Tener paciencia, ser realista y mantener la calma a la hora de entrenar y competir siempre te darán mejores resultados no solo emocionalmente sino también en tu rendimiento.
- Disfruta antes que nada. Correr debe ser placentero aunque no lo creas. Cuando el estrés te empiece a alcanzar y sientas que no eres lo suficientemente buena, haz un alto. Es básico que aprendas a apreciar lo que has hecho por ti, el tiempo que has invertido y sobre todo, que te reconozcas. La persona más importante eres tú, independientemente de tu entorno, si no estás bien tú, tu mundo no lo estará.