Mucha gente no recuerda cuándo fue su primer acercamiento real con el mundo del running, para tu fortuna yo sí.
Eran las 7:00 am del 31 de diciembre de 2014, estaba en la famosísima fuente de la Diana Cazadora, tu intuición te hace pensar que era mi primer carrera, pero no es así. Mi padre y yo acompañábamos a mi mamá a su primer carrera. “Yo no sabía de estas carreras ; ¿En verdad ellos pagan por correr? ; ¿10K? ¡Son muchos!” fueron mis primeros pensamientos.
Dan el disparo de salida y la multitud sale corriendo, gente de todas las edades, tamaños, peso y de repente no podía creerlo, una mujer que fácilmente a la vista rebasaba los 60 años. Mi mente y mi orgullo empezaron a hacer ruido dentro de mí.
Era tiempo de dirigirnos para encontrarnos con mi mamá. Empezamos a caminar y como era de esperarse pasaba mucha gente sudando, aquellos que denominé corredores, con su agua o un plátano en la mano y lo que llamó mi atención de inmediato fueron sus medallas. “¿Les dan medallas a todos?” Fue una gran sorpresa para mí, ya que pensaba que sólo las daban a los primeros lugares. Desde ahí supe qué quería hacer, al menos por una vez en mi vida: correr una carrera.
“Correr es fácil, cualquiera lo hace” fueron mis pensamientos los días siguientes hasta que por fin me decidí correr. No aguanté más de 25 minutos seguidos y de distancia ya ni hablamos. “Ahí está tu fácil” me decía a mí misma. Pero eso nunca me detuvo, cada día que volvía a la pista para correr me proponía correr 3 minutos más, 3 minutos que se me hacían eternos, pero que al terminar, me sabían a gloria. Pasaron así tres fines de semana hasta que decidí a correr mi primera carrera oficial: un 5K.
La entrega de kits fue una aventura nueva para mí, dormir fue difícil para mí, levantarme a las 4:30 am fue aún peor. Ya no había vuelta atrás. Cuando menos lo esperaba ya estaba entre aquella multitud que semanas antes vi desde fuera. “Concéntrate en terminar” fueron las palabras de mis papás antes de la carrera. Sonó el disparo, empezamos a correr, mi playlist favorito a todo lo que daba. Ya no importaba nada más, era yo, las calles de la bella Ciudad de México y mis piernas demostrándome que son más fuertes y bonitas que todas aquellas excusas del pasado. Terminé, con un dolor en mi piernas pero con mi emoción hasta las nubes, ¡Lo había logrado! Al recibir mi medalla me sentía la reina del mundo, lo máximo.
Y todos esos sentimientos de nervios, angustia, emoción, coraje estuvieron presente en mis 35 carreras seguidas de la primera. Empecé, como la gran mayoría, sin saber a qué me metía. Me atrevo a decir que desconociendo al 100% del mundo del running. Me adentré poco a poco para demostrarme que podía salir de mi zona de confort y desafiar mis propios límites.
Y así fue como mi primer kilómetro me trajo hasta aquí, a escribir aquí en Soy Corredora y a unos meses de mi primer maratón.
Gloria Daniela Martínez
Reglas para
Para ti que empezarás o empiezas a correr, ¡HAZLO! ¡Con todo menos con miedo! Ya superaste el primer paso que es el decidirte, soy de la idea de que si una idea hace ruido en tu cabeza es porque se debe hacer realidad. En este deporte hay algo increíble que viene con la constancia: te hará pasar del odio al amor sin que te des cuenta. Pasarás de sufrir por correr mil metros seguidos a querer seguir conquistando cada carrera.
No abandones y recuerda que si puedes imaginarlo puedes hacerlo. “Corre tan libre como seas, tan salvaje como quieras”.
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