Justo con este clima, recuerdo haber empezado a recorrer los primeros kilómetros de esta historia.
Comenzaba el 2013 y mis propósitos estaban poco claros, sabía que debía hacer algo para mi bienestar, pues aunque me sentía bien, sentía que podría estar mejor, mas sin embargo, no podía definir claramente que era «estar mejor».
Un día, pasaba por el CREA (Unidad Deportiva) y me dije, «he de venir a correr»…..
A la mañana siguiente me puse mis tenis amarillos por el poco o nulo uso, unas dos sudaderas pues hacía mucho frío, y me bajé a trotar. Me sentía la mujer más rara y una loca cualquiera corriendo pues nunca lo había hecho. Dí dos vueltas (2 kms) y sentía que hubiera corrido un maratón entero. Me cansé mucho, y dije hasta aquí.
Al día siguiente pensé, ¡He de volver! y no flojear….
Pasé de nuevo e intenté dar 3 vueltas, pues veía a personas que eran más corpulentas que Yo y tenían más aguante, así que me decidí a seguirlos. Yo creía que con 3 kms diarios ya era «mucho ejercicio» pues acababa muerta… Al pasar de los días vi que podía más y más y más, y empecé a aumentar mi velocidad y mi distancia poco a poco.
Cuando me cansaba, veía que ahí mismo entrenaba una persona en con discapacidad en bici, y aún con el clima a 5ºC siempre estaba ahí. Además cada vuelta con cansancio, se la dedicaba a mi hermano, quien aún padeciendo una enfermedad terminal, mantiene una condición atlética que muchos desearíamos tener. Pensaba que si él podría aguantar en una bicicleta horas y horas pedaleando, yo también podría dar unas vueltecitas mas y dar siempre lo mejor de mí.
Y así empecé con esta deliciosa aventura. Pasaron 3 meses y me animé a participar en una carrera de 10 kilómetros, una gran aventura. Si ya corría 10 kms diario, porqué no participar en una carrera.
Me fui sin avisar y aún con los nervios desbordados participé. Y cual va siendo mi sorpresa que me llevé un tercer lugar, dentro de mi categoría.
Llegué feliz a casa sin poder creerlo , sin embargo mi trabajo y constancia habían traído sus frutos.
Seguì entrenando al menos 5 días por semana, empecé a informarme de las carreras dominicales en mi ciudad, y me invitaron a participar en el medio marathon que venía para el verano.
21 kilómetros parecían una eternidad y muy difícil de lograr. Poco a poco seguí subiendo distancia, 12k, 13k, participé en una carrera de 16k, en la cual también logré podium.
Llegó la fecha de inscribirse y participar. Lo hice sin comentarlo con nadie, y pensando que si quería hacerlo no podría aflojar el paso. Seguí entrenando e intentando hacer distancia larga al menos una vez por semana. Llegó así el día del medio maratón y participé.
Fue una increíble experiencia, pues aunque iba sola, disfrutaba cada momento, con mi música que había preparado, para el gran día. Me tocó encontrarme con unos buenos amigos por el recorrido. Saludé a mi porra, me alentaron a seguir adelante y además me esperaron en la meta.
Llegué sin problemas, ni cansancio ni lesiones. Había sido saldo blanco y me sentía la mujer mas feliz del universo. Hice lo que jamás pensé lograr, Correr 21 kms.
Hoy por hoy y a un año de haber empezado, he recorrido mas de 1,200 kms, obtenido 5 medallas, participado en mas de 10 carreras de 5k, 10k, 16k y 21k y todas con la satisfacción de haberlas vivido, paso a paso, respiro a respiro, y siempre recordando este pensamiento que sirve de inspiración:
Sí piensas que estas vencido, lo estás. Sí piensas que no te atreves, no lo harás; sí piensas que te gustaría ganar, pero que no puedes, no lo lograrás. Sí piensas que perderás, ya estás perdido, Porque en el mundo encontrarás que el éxito comienza con la voluntad del hombre, todo está en el estado mental, es decir, en la fe. Porque muchas carreras se han perdido antes de haberse corrido y muchos cobardes han fracasado antes de haber su trabajo empezado. Piensa en grande y tus hechos crecerán, piensa en pequeño, y quedarás atrás, piensa que puedes; y podrás. Todo está en el estado mental, EN TU FE. Sí piensas que estas aventajado, los estás. Tienes que pensar bien para elevarte. Tienes que estar seguro de ti mismo antes de intentar ganar un premio. La batalla de la vida no siempre la gana el hombre más fuerte o el más ligero, porque tarde o temprano el hombre que gana es aquél que CREE QUE PUEDE HACERLO.
Y siempre recuerda, todo se puede lograr con: V O L U N T A D y determinación.
Paulina