¡Fue algo maravilloso! no había miedo solo emoción y a pesar de mi fascitis plantar que cada paso me recordaba que estaba ahí, pude superar el dolor.
En la espalda traía un letrero que decía «Pintando mi primer Maratón» y fue genial: la familia de atletas me decía «a pintar más, este es el primero de muchos».
Administré mi energía y cuidé la hidratacion, sin necesidad de tomar en cada puesto, había gente que te daba refresco de Cola y los niños paletas y dulces, ¡realmente una fiesta! Y claro, entre nosotros los ánimos y apoyo a quien veíamos decaer no se dejaba esperar.
Estaba preparada para enfrentarme a la tan temida pared y nunca llegó, lo que si fue tremendo fueron los últimos 4 kilómetros de subida que me hacía bajar el paso, ¡pero nunca me pare! El último kilómetro pude apretar el paso y cerrar los últimos 200 mts que me hicieron llegar con una sonrisa, así, como lo había soñado.
¡Gracias Dios, Gracias Vida!
Angélica Gómez
Maratonista del Maratón de la Ciudad de México 2013