Si el dolor desaparece al correr, lo ideal es que no dejes de entrenar aunque sí debes bajar la intensidad o a la distancia, esto es una cuestión muy personal sobre todo si estás próxima a un carrera. Pero si quieres recuperarte más rápido, elige un entrenamiento alternativo que te ayude a mantener la condición física sin que se vea tan afectado tu desempeño.
Hacer cross-training como nadar, bicicleta, entrenamiento funcional, clases de salón, etc; te permitirán regresar a tu plan sin mayor riesgo y de una forma rápida ya que tus músculos no perderán fuerza.
Cuando vuelvas a correr, hazlo de forma paulatina, es decir, empieza con trotes ligeros y cortos (no mayores a 30 min) y revisa cómo responde tu cuerpo. Aunque ya no tengas dolor, evita que te gane la emoción y caer en el sobreentrenamiento, mejor enfócate en ganar fuerza no solo en las piernas sino en todo el cuerpo. Toma en cuenta que una cadera o abdomen débil pueden ser causa de molestias en la rodilla.
Recuerda que por cada semana que dejaste de entrenar tardarás entre 2 y 3 semanas en alcanzar el nivel de entrenamiento que tenías.
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