Felicidades, volver a correr después de una lesión es de las cosas más maravillosas que le pueden suceder a una corredora. Ahora bien, ¿cómo empezar de nuevo sin morir en el intento?
Lo ideal es que empieces poco a poco, ya sabemos que mueres por correr como antes, pero después de esta lección lo mejor es que le permitas a tu cuerpo adaptarse de forma paultina.
- A caminar. ¡Qué! ¿Caminar? Claro que no quieres hacerlo. A todas nos ha pasado que queremos volver y correr al mismo nivel que teníamos antes de lesionarnos, pues no, caminar es el mejor indicador de cómo está tu cuerpo para volver. Si no perdiste tanta condición, puedes combinar con trotes durante 30 min. Date una semana así, caminando y trotando para que veas cómo te sientes y después de eso, trota todo el tiempo y ve incrementando de 3 a 5 min por día hasta que llegues a la distancia que normalmente hacías.
- Haz intervalos. Una vez que ya pudiste correr por más de 30 min seguidos, ahora agrega sesiones de intervalos 2 veces por semana. Por ejemplo, trota 15 min y después durante 15-20 min haz cambios de ritmo de 3 min trotando, 2 caminando. Esto le va a permitir a tu cuerpo despertar la fuerza y la velocidad que estaba perdida. Hazlo durante 2-3 semanas.
- Arma tu plan. Una vez que ya viste que tu cuerpo respondió correctamente, que ya no te duele nada, no olvides hacer un plan donde combines trabajos de fuerza muscular con la carrera. Haz de 2 a 3 días fuerza, un día a la semana de trote y 1-2 días de intervalos. Fíjate una meta y trabaja por ella.
- Escucha tu cuerpo. Aunque parezca trillado, debes poner atención a esto. Una buena corredora es la que se levanta más fuerte después de una lesión, no la que deja a medias su recuperación y somete a su cuerpo al dolor constante. Si esto pasa, deténte y checa cómo puedes solucionarlo cuantos antes.
- Confía en ti. Después de una lesión lo que más cuesta no es la parte física sino la mental. No permitas que el miedo se apodere de ti y no te deje avanzar. Convierte al miedo en tu principal motivación para demostrarte que puedes superar cualquier adversidad y vas por más. Eres de las afortunadas en tener un cuerpo que puede correr.
Cuéntanos cómo te va con tu recuperación.