Ignorar un dolor es de las cosas más polémicas que como corredora te podrían decir. Hacer un pacto con él es de las cosas que deberías aprender para sacar lo mejor de ti.
El dolor es una señal de que algo está pasando a tu cuerpo, eso nunca lo vamos a dudar, pero hay dolores mentales que son provocados por nuestros pensamientos y los cuales nos permiten aumentar nuestro umbral de dolor.
Evita que los pensamientos negativos te dominen
Es normal que el miedo o el pánico se apodere de ti en algún momento. Desde que decides dar el gran paso (hacer una nueva distancia, correr rápido correr por primera vez, etc) hasta que estás a unos minutos de cruzar la meta. Sin embargo, las reacciones negativas empeoran las molestias causada por un dolor mental. Cuando te llegue un pensamiento así, de inmediato cuenta hasta 10 y cambia lo que piensas de ti, de tus logros, de lo que has hecho para llegar a tomar la decisión de correr.
Cambia la percepción del dolor
El dolor se percibe dependiendo de nuestra historia personal y la forma que reaccionamos a él. Aprende a detectar qué te duele e investiga la parte emocional con la que está relacionado ese dolor. Por ejemplo, antes de una carrera es común que te enfermes de gripa, que a la mitad de tu entrenamiento te duelan las rodillas, tobillos, pies, etc; o bien, el día de la carrera te da un dolor de estómago que no puedes con él. Todo eso está relacionado con tu falta de confianza en ti, con el miedo a lo que viene o con el pánico que te causa no dar un buen resultado, entre otros.
Haz un pacto con el cansancio
Una de las cosas que más practicas durante el entrenamiento es aprender a lidiar con el cansancio y aún así, llegar a la meta. Obviamente no te estamos diciendo que pongas en riesgo tu vida, sino que no veas al cansancio como un enemigo sino como un reto a superar que te va a dar muchas satisfacciones. Al final, date cuenta que no eres la única que está cansada, las demás también lo están y pueden superarlo.
Visualízate en la línea de meta
Este tip no falla, cuando nos imaginamos cruzando la meta e incluso viviendo las emociones y sensaciones que podríamos generar, los últimos kms se hacen más llevaderos. Aquí es cuando más pensamientos positivos debes tener, reconocerte y sonreír todo el tiempo.
Platícanos cómo superas el dolor que fue provocado por tu mente tanto en tus entrenamientos como en tus carreras.