Hacer una sentadilla parece sencillo; sin embargo, es uno de los ejercicios más completos y difíciles de hacer, pues de no ejecutarse como debe ser puede traer graves lesiones y dolores constantes en las rodillas.
Así que si es parte de tu rutina de entrenamiento y siempre huyes de ella por temor a lesionarte o que tus rodillas no resistan la ejecución, checa estos cinco básicos que debes tomar en cuenta para hacer una sentadilla y NO lastimar tus rodillas.
Pies a la altura de tus hombros
La separación de tus pies debe ser exactamente a la distancia que hay entre tus hombros, y sus puntas ligeramente apuntando hacia afuera. De esta manera sentirás más apoyo en tus piernas al momento de bajar.
Mirada al frente
Tu cabeza debe estar recta siempre; desde que bajas hasta que subes, mientras que tu columna debe permanecer 100% erguida para evitar una lesión en cualquier zona de esta área de tu cuerpo. Asegúrate de que tu barbilla también esté levantada.
Pompas afuera
Levanta los glúteos y baja poco a poco echando la cadera hacia atrás. Ojo, sigue cuidando que tu espalda nos baje curveada en ningún momento. Regresa a tu posición original, una vez en ella empuja las pompas hacia adelante haciendo una contracción.
Rodillas alineadas con los pies
Ponte de perfil a un espejo y sin girar mucho tu cuello, de preferencia solo la mirada, baja poco a poco revisando que tus rodillas nunca sobrepasen la linea de tus piernas, es decir, no dejes caer el peso hacia adelante.
Fuerza en los talones
En cada sentadilla debes sentir que la mayor parte del peso que cargas recae en tus talones, de esta forma el trabajo se concentrará mayormente en glúteos y femorales. Además, evitarás que se lastimen tus rodillas y metatarsos.