5 dolencias comunes que debes evitar como corredora
5 dolencias comunes que debes evitar como corredora

A lo largo de nuestra carrera como corredoras se presentarán no uno, ni dos; más dolores que impedirán por completo que sigamos con nuestro nivel de entrenamiento acostumbrado, y que nos perdamos de una que otra competencia.

Si bien, existen cientos de dolores y lesiones diferentes, existen algunas dolencias muy comunes entre runners, los cuales debes tomar con seriedad y darles la atención necesaria.

Estos son algunos de ellos:

Rodillas

No, no es normal que duelan. En cuanto sientas que comienzan las molestias en esta área de tu cuerpo consúltalo con tu entrenador de la mano de un especialista. Las razones podrían ser desde una carga de trabajo excesiva, como la falta de fortalecimiento. Cuida todos los ligamentos que hay en ella, de no ser así, las recaídas podrían ser aún peores.

Inflamación del tendón de Aquiles

Puede deberse a una carga excesiva de trabajo o a un mal pisado o impulso. Es el tendón en el que más peso recae con cada zancada, por ello la importancia de calentar antes de cada entrenamiento. Analiza tu pisada con tu entrenador y corrígela de ser necesario.

Contractura de trapecios

Un mal braceo puede derivar una contractura de trapecios, pues al no relajar los brazos y controlarlos junto con la zancada, poco a poco se contraen provocando que se contraiga la parte alta de la espalda desencadenando contracturas que, con el tiempo son más persistentes y dolorosas.

Fascitis plantar

Los tendones que se encuentran en la planta de tu pie pueden sufrir las consecuencias de un impacto excesivo en ellas, así como un mal pisado. Es uno de los dolores más comunes entre seguidores, y se puede sentir un alivio después de realizar ejercicios especiales para esta lesión.

Periostitis

Es muy común en corredores de fondo y consiste en la inflamación del periostio (capa superficial del hueso). Por lo general suele afectar en la tibia, y en algunos casos se extiende hasta la rodilla. Se debe al impacto continuo de los pies en el suelo; mala amortiguación y correr recurrentemente en superficies duras. También es una lesión que debes revisar con tu entrenador y especialista.

¡No ignores ninguna de estas dolencias!