Ser una corredora eficiente no es tan complicado si sigues estos consejos. Todas sabemos que correr no es una disciplina que todos estén dispuestos a vivirla, sobre todo, por el nivel de compromiso que requiere. ¿Qué hace que existan personas que lleven más de 10 años corriendo y se sigan emocionando como el primer día? ¿Qué hace que una corredora esté mejorando últimamente sus marcas? Aquí te dejamos los hábitos de una corredora eficiente.
- Corren por las mañanas. Un estudio de la Universidad de Murcia asegura que nuestro reloj biológico se sincroniza con el exterior gracias a la luz, la hora de comer y el ejercicio. El cuerpo libera hormonas por la mañana para mantenerte activa, tu presión arterial y frecuencia cardiaca están más estables, tus reservas de energía están completas y los músculos más receptivos al entrenamiento. Por todo esto, es mejor que entrenes por la mañana ya que las posibilidades de seguir motivada y correr todos los días aumentan en un 30%.
- Entrenan fuerza y elasticidad de forma frecuente. Estudios recientes han demostrado que ambas disciplinas evitan desequilibrios musculares causantes de lesiones y bajo rendimiento. Incluir una rutina de fuerza de dos a tres veces por semana es lo ideal, mientras que la elasticidad es algo que se debe practicar antes y después de entrenar para preparar los músculos para el trabajo y una vez que has terminado, permitirle aprovechar los beneficios del entrenamiento. Una corredora con buena elasticidad aumenta hasta en un 25% las posibilidades de correr más rápido.
- Comen y beben de forma equilibrada. Una corredora no elimina grupos de alimentos, de hecho, el 60% de la dieta para correr deben ser carbohidratos, 25% proteína y 15 % grasa. En cuanto a la hidratación antes de correr debes consumir 250 ml de líquido y durante el día bebe de 2.5 a 3 lt de agua. Si corres más de una hora es necesario el consumo de 350 a 500 ml bebida isotónica cada hora.
- Le dan prioridad a la recuperación. Básico para mejorar el rendimiento. De hecho, los baños de hielo se vuelven indispensables. Un estudio de Medicine & Science in Sports & Exercise demostró que los baños de hielo reducen la inflamación y la actividad metabólica del músculo.
- Duermen lo suficiente. Para correr más rápido se necesitan al menos 7 horas diarias de sueño y en época de entrenamiento intenso hasta 9 horas, incluyendo siestas de 20 minutos. Un estudio de la Universidad de Madrid demostró que no dormir lo suficiente afecta la agilidad y la coordinación corporal, además aumentan las posibilidades de padecer lesiones con más frecuencia.
- Son realistas con sus tiempos y disfrutan de correr. La mayoría siempre queremos correr más rápido pero también sabemos que correr tiene que ver con la constancia y la paciencia, los resultados parecieran que tardan en llegar, sin embargo, si llegan. Una corredora eficiente compite con las de su nivel y sueña con compartir kilómetros con las que van delante de ella, eso hace que maneje mejor su frustración y de paso, no entorpezca el trabajo de las otras.
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