Es bastante común en el mundo corredor escuchar las palabras “fractura por estrés” pero no muchos sabemos lo que realmente significa. Una fractura por estrés se da cuando hay una pequeña rotura en el hueso por la fuerza repetitiva que aplicamos a esa zona, por lo general se dan en los huesos de los pies o piernas que son los que reciben el mayor impacto al correr. A pesar de que solo abarca el 2% de las lesiones en atletas, es importante que sepamos cuales son las señales que nos indican una fractura por estrés.
1.- Dolor que no disminuye. Sí tenemos una lesión que no mejora a pesar de reposar, aplicar hielo y tomar antiinflamatorios en las primeras 72 horas, debemos acudir al médico a que nos revise y nos pueda indicar qué es lo que realmente está pasando.
2.- Dolor que se intensifica por las tardes. Es normal que cuando despertamos las cosas que nos causaban molestia un día anterior hayan desaparecido, pero sí vuelve a aparecer durante el ejercicio y se va intensificando durante el día es una señal que debemos revisar.
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3.-Dolor que comienza una semana después de intensificar el ritmo del entrenamiento. La fractura se da por fuerza repetitiva o muy intensa en poco tiempo, así que si cambias tu ritmo de entrenamiento y después de una semana comienza un dolor que se combina con otro de estos síntomas, ve a checarte.
4.- Debilidad. Sí notas debilidad en alguna parte de los huesos o tu rendimiento no es el mismo, también es una señal a la que debes de estar atenta. Si es necesario, consume suplementos que aumenten el calcio de tus huesos. Caerte o tropezarte muy seguido es un indicativo de que las cosas no andan bien. Trabaja en tu fuerza muscular.
5.- Dolor que comienza en el entrenamiento y desaparece después. Puede que aparezca el dolor cuando empiezas a correr o a la mitad del entrenamiento, pero a lo que debes de poner atención es que el dolor sea repetitivo y en la misma zona cuando entrenas y que cuando estés en reposo, ya no duela.
Es importante que sepas que sí tienes alguna de estas molestias y no es tratada a tiempo es posible que se convierta en una fractura por estrés, así que a la menor molestia acude a revisarte. Recuerda respetar los días de descanso marcados en tu plan de entrenamiento así como respetar el aumento gradual de la distancia y la intensidad, además de alternar las superficies en las que corres.
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