Recuperarte de un entrenamiento intenso no debería ser algo complicado, si sigues estos consejos seguro que vas a querer repetirlo muy pronto.
- Acude a un masaje deportivo por lo menos cada mes. Un estudio australiano demostró que el masaje reduce hasta en un 30% el dolor posterior a un entrenamiento intenso, además de que previene lesiones relacionadas con la flexibilidad y la movilidad, entre otras. También actúa como preventivo para lesiones crónicas. Una buena corredora sabe que esto es primordial para descargar las piernas.
- Aplica hielo en la zona o bien, mete tus piernas en una tina con hielos. Esto comprime los vasos sanguíneos y reduce las rupturas en los tejidos gracias a que se disminuye la actividad metabólica. La recomendación es meter las piernas en la tina con hielos de 15 a 20 minutos después de correr o bien, aplicar hielo en las zonas que más impacto sufren como las rodillas, tobillos o plantas de los pies. A mi me ha servido hacerlo después de una distancia larga.
- Estira inmediatamente pero no en exceso. Liberas la tensión muscular, mejoras la circulación sanguínea, además de que relajas la mente. Hazlo de forma moderada, estirar demasiado no es buena idea, podrías provocar más rupturas en las fibras musculares.
- Descansa. La recomendación es que en etapas de entrenamiento intenso o prolongado aumentes de 15-30 minutos tu tiempo de sueño o bien, que incluyas siestas diarias de 15 a 20 minutos. Esto te ayudará a reponer la energía de inmediato.
- Come mejor. Te vas a recuperar más rápido si bebes electrolitos sin azúcar, por ejemplo, prueba estas recetas de smoothies, sobre todo si consumes proteína con carbohidratos en los primeros 30 minutos posteriores al término de tu entrenamiento y si haces una comida completa en las siguientes dos horas después de tu sesión.
Ahora ve: