¡El calzado para correr tiene fecha de caducidad! Y no es nada recomendable entrenar con el mismo calzado todos los días. Si es hora de que los cambies, lee nuestros consejos para que adquieras el par que mejor te conviene.
1. Tipo de pisada. ¿Eres pronadora, supinadora o neutral? La forma más fácil de saberlo es poner los pies mojados en una bolsa de papel estraza (como las del pan) y dejar marcada tu huella. Si tu pie se marca más a los lados, eres supinadora. Si se marca más hacia dentro (como pie plano) eres pronadora y si tu arco no se marca el arco eres neutral. Esta es la primera premisa que debes tomar en cuenta. Claro que hay pruebas más específicas y más amplias para checar hasta tu biomecánica de carrera y la recomendación de plantillas si es necesario. Pero esta es una forma muy sencilla de enterarte.
2. Ajuste. No te deben quedar ni muy ajustados ni muy holgados. Al correr varios kilómetros tu pie se hincha y lo ideal es que haya medio centímetro de espacio entre el dedo más largo y la punta del tenis para conseguir el zapato correcto. Si los dejas muy holgados, corres el riesgo de tener problemas con las uñas por la constante fricción, la inestabilidad al pisar puede causar lesiones y provocarte ampollas en la planta del pie. También toma en cuenta el amarre de las agujetas (si se pueden hacer cruzadas o en horizontal dependiendo del empeine) y el material de las mismas, rechaza las que son muy delgadas.
3. Tenis para entrenar o para competir. Esto es básico, los tenis de entrenamiento tienen una duración de 600 a 800 km, los de competencia de 400 a 500 km. Los de entrenamiento son más pesados (entre 250-300 gr), tienen mayor amortiguación y estabilidad. Los de competencia son más ligeros (entre 180 y 240 gr) y son ideales para desarrollar la velocidad.
4. Revisa la superficie dónde vas a entrenar. De esto depende la amortiguación y estabilidad que necesitas. Si vas a correr en superficies duras como el asfalto, necesitas mayor amortiguación en tu calzado para correr. Si entrenas en arcilla o pista, podrías usar los más ligeros. Si vas a la montaña busca los que tengan un mayor agarre, tracción y estabilidad.
5. Objetivos. ¿Quieres correr un maratón, bajar de peso o correr sólo para estar en forma? Toma en cuenta la cantidad de kilómetros semanales que harás y si recorrerás largas distancias o sólo los usarás para trabajo en pista.
6. Tu peso es determinante. Si tienes sobrepeso no debes buscar calzado muy ligero o de menos de 300g, te recomendamos los que tienen mayor amortiguación, estabilidad y un buen ajuste a la altura del tobillo. Las corredoras más experimentadas y ligeras, pueden optar por tenis de 200 a 300 gr.
7. Presupuesto. Hay calzado para correr a precio razonable que puede resultar muy bueno, compra en saldos si así lo requieres, hay marcas que tienen una línea de bajo costo. Lo ideal es buscar el modelo que te conviene aunque no sea de temporada, la tecnología no se pierde. También aprovecha los descuentos en tiendas online.