El trabajo, la escuela, los pendientes personales, y si agregamos que somos mamás corredoras, son algunos de los factores que pueden influir en nuestro ritmo de entrenamiento.
Si bien, organizar nuestro día para hacer todas nuestras actividades puede convertirse en un reto estilo “Los Juegos del Hambre”, no es imposible lograrlo.
Y para ello, he aquí siete tips para combinar tus entrenamientos con tu vida diaria y no faltar a ninguno de ellos.
Prepara tus alimentos con tiempo
Checa qué alimentos puedes dejar listos desde el fin de semana en tuppers sin que pierdan su frescura y sepan bien a la hora de comer. Basta con que dediques medio día de tu fin de semana para que recortes tiempos en tu día a día, y no sientas la presión de la cocina durante la semana, dejando un espacio para lanzarte a correr por lo menos una hora.
Toma vitaminas
En sí, la vida diaria sin entrenamientos puede llegar a ser sumamente agotadora, incluir un ejercicio en ella implica darle un cuidado extra al cuerpo, y una manera de hacerlo es darle las vitaminas necesarias para que logre completar todas sus actividades diarias al 100% sin descompensarse.
Maleta salvavidas
Siempre ten en el la cajuela de tu coche o en un cajón de tu oficina una maleta con la ropa de tus entrenamientos, así, si por alguna razón no tienes tiempo de llegar a tu casa a cambiarte, puedes hacerlo en cualquier lado.
Arma tu agenda
Sí, somos multitask, pero a veces los pendientes nos pueden invadir la mente y olvidar que agendamos una junta a la hora de nuestro entrenamiento. Llevar una agenda semanal te permitirá tener presentes tus compromisos y acomodarlos de manera que, si tienes una emergencia laboral o personal, puedas reacomodar tu training en un horario libre de tu día.
Elige tu horario de entrenamiento
Es sumamente importante conocer tu cuerpo. Hay quienes aseguran que entrenar en la mañana es mucho más benéfico que hacerlo por la tarde; sin embargo, no todos los cuerpos reaccionan igual al ejercicio. Así que elige el horario de tus entrenamientos con base a cómo te sientes, y así aseguras que no faltarás a tu entrenamiento por falta de energía.
Mentalízate y motívate
Haz consciencia de tus metas como corredora, y toma muy en serio cada uno de tus entrenamientos. Ponles fuerza, alma y corazón e incorpóralos al igual que tus otras actividades diarias; recuerda que cada uno de ellos es igual de importante que ellas.
Entrena en lugares a tu alcance
No todos los días te dará tiempo de ir a las afueras de tu ciudad a ese maravilloso lugar a correr, así que busca parques, pistas o circuitos donde te sientas cómoda y feliz durante tu entrenamiento. Los fines de semana que estés libre de trabajo, como premio puedes lanzarte a esos lugares lejanos y espectaculares que tanto te gustan.
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