Después de una carrera ¡es hora de la recuperación adecuada! Hay detalles que no se te deben olvidar porque si los haces, estarás lista para la carrera que sigue. Aquí te dejamos 7 tips para lograrlo.
Camina cuando cruces la meta. No te detengas de golpe, baja el ritmo cardiaco de forma paulatina. En el primer minuto debes bajar alrededor de 30-40 pulsaciones.
Estira suavemente y libera tensión. Estira por lo menos 10 minutos para evitar contracturas en músculos, estimular la circulación, evitar tensión muscular y devolver la elasticidad del músculo. Usa tu roller para relajar tus músculos, ligamentos y tendones.
Hielo en los primeros minutos. Aplica hielo durante 8-10 minutos en zonas específicas como pantorrillas, cuadriceps o isquitobiales para evitar dolor por el esfuerzo. Pídelos en los abastecimientos de bebidas y frótalos en las áreas adoloridas. O bien, cuando te bañes hazlo con agua tibia, y si corriste una distancia de 21 o 42K, mete tus piernas en una tina con hielos para eliminar el ácido láctico.
Hidrátate correctamente. Si corriste 5K con agua es suficiente, si fueron 10, 21 o 42K puedes tomar una bebida deportiva o con electrolitos y el agua que necesites.
Proteína para reparar. Toma un licuado de proteína en los primeros 60 minutos después de la carrera para la reparación de los músculos dañados por el ejercicio.
Come de forma equilibrada. No quieras devorarte el primer pastel que veas porque ya corriste. Lo que tu cuerpo necesita es recuperarse. Aplica esta fórmula: 60% carbohidratos, 30% proteínas y 20% grasas.
Descansar al siguiente día. O bien hacer cross-training ligero como natación, bici o yoga, o incluso un trote super ligero.