Cada vez que cumplas años y te sientas más cerca de la “vejez” recuerda que la edad está en la mente, y es ella quien mueve al cuerpo para lograr sus objetivos.
Si bien a esta edad tu cuerpo sigue siendo fuerte y apto para hacer ejercicio, debes tomar una serie de consejos que contribuirán a que tu rendimiento durante esta década sea totalmente benéfica para tu estado de ánimo y tu salud física.
Cuidado con la crisis de los 40
Al ver el tiempo recorrido podrías caer en depresión, pues quizá tu cuerpo ya no es el de antes, tu imagen ha dejado de gustarte o sientes que has pasado demasiado tiempo cuidando la vida de los demás, como tu esposo e hijos dejando la tuya a un lado. Recupera tu amor propio y enfócate más en lo que amas hacer, por ejemplo: correr.
Incorpora entrenamientos suaves
Equilibra bien tu manera de entrenar. Arma una rutina en la que puedas dar tu máximo esfuerzo al correr, y al mismo tiempo aligerar la carga de trabajo. De esta manera tus músculos seguirán fortaleciéndose y al mismo tiempo se sentirán descansados permitiéndote darle continuidad a tus entrenamientos.
Proponte objetivos reales
No te preocupes si no puedes correr tan rápido como lo hacías a tus veinte años. El cuerpo se desgasta, pero eso no significa que debas dejar de lado tus aspiraciones como corredora y seguir dando tus mejores marcas. Entrena al máximo, y de la mano de tu entrenador sigue revisando tus tiempos de manera que propongan un objetivo con base a tu edad y estado físico.
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Haz tu calentamiento
¿Recuerdas haberlo saltado cuando tenías veinte? Malamente más de una lo llegamos a hacer; sin embargo, es a esta edad cuando el calentamiento se vuelve primordial, pues cuanta más edad se tiene, más le cuesta al organismo comenzar el entrenamiento.
Aplícate en el gimnasio
A los cuarenta es indispensable aumentar o mantener los niveles de fuerza en todos los músculos del cuerpo. Si no puedes acudir a él, prepara rutinas que incluyan sentadillas, lagartijas o abdominales y hazlas en algún parque, o incluso en tu casa.
Estiramientos más intensos
Intensifica tus estiramientos tanto antes como después del entrenamiento. Es normal perder flexibilidad con la edad; sin embargo, una buena rutina de estiramiento ayudará a mantenerla.
Compite contra ti mismo
No tengas miedo a ser rebasada por el de atrás, tampoco temas ser la última en llegar. Siempre da lo mejor de y proponte mejorar tus tiempos anteriores, pero sobre todo, llegar con bien a la meta, y muy motivada para celebrar tu triunfo.
Mantén la técnica
Durante algunos entrenamientos sentirás más cansancio y pesadez, pero no por eso puedes bajar la guardia, y mucho menos la técnica. Tu espalda siempre debe ir erguida, tus hombros relajados y tus brazos sincronizados con tu zancada.
No te desmotives
Siéntete contenta y motivada por cada entrenamiento y carrera. Solo tú sabes lo mucho que has logrado, y lo mucho que te falta por conseguir. Nunca dejes a un lado tus retos personales, son primordiales para que tanto tus entrenamientos como carreras sigan siendo un éxito.
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