Correr y meditar a simple vista parecen actividades diferentes y que no pueden estar unidas.
Correr es una actividad física de gran impacto donde nuestro físico y mente trabajan en un constante y gran esfuerzo, nuestra respiración y temperatura corporal aumenta. Meditar ayuda a mantener nuestra mente en el presente, en el hoy y en el ahora, nuestra energía corporal y respiración están en una misma sintonía.
Meditar es ir de afuera hacia dentro de nosotras, estar conscientes de nuestro cuerpo y correr es ir desde dentro de nosotras hacia a fuera a superar nuestros límites.
A continuación te dejamos algunos beneficios de meditar y cada uno te explicará por qué es bueno para que seas mejor corredora.
- Ayuda a reducir el estrés; se ha comprobado que es una de las formas más rápidas de reducir el estrés. Puedes meditar después de hacer tus entrenamientos de correr, ya que te ayudará a relajar tu mente mientras realizar estiramientos complementarios como las posiciones que se realizan en yoga.
- Mejora la concentración; ya que la meditación ayuda a nuestro cerebro a agudizar la parte de la memoria y la atención, pues en el momento de meditar sólo te concentras en una cosa y te olvidas de lo que ha pasado o podría pasar. Esto lo podrías implementar en tus entrenamientos de distancias largas para tener menor fatiga mental.
- Ayuda a ver el lado positivo de la vida; ya que reduce la cantidad de pensamientos innecesarios. Es normal que siempre nos fijemos en lo malo de nuestro día, entrenamiento o carrera, pero bien dicen que el peor intento es el que no se hace.
- Promueve una mayor oxigenación; la respiración al momento de meditar es muy importante, los tiempos de inhalación y exhalación deben ser los correctos y calmados. Muchas veces nos cuesta trabajo saber cómo respirar mientras corremos, pero con este ejercicio puedes mejorar.
- Te permite dormir mejor; ya que te produce una tranquilidad mental y espiritual, y eso te ayuda a rendir más al siguiente día.
Recuerda tomarte unos minutos al día para meditar, encontrar tu armonía. Siempre busca un lugar tranquilo, siéntate cómodamente y cierra los ojos, inhala y exhala profundamente y deja que tu yo interior fluya con paz.
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