Desde que era pequeña me llamó la atención ver a los atletas que eran los mejores en su especialidad. Esto me llevó durante mucho tiempo a estudiarlos, ver qué era lo que los hacía diferentes. Después de todo, ellos son seres humanos como cualquiera, entonces, ¿por qué es que algunos llegaban tan alto y otros no?

Si le preguntas a cualquier entrenador olímpico cuál es la característica definitoria de los atletas de élite, seguro que te dirá:  «su mentalidad”. Estoy de acuerdo.

Aun recuerdo el día en que me convertí en un atleta elite. Si, fue en un día. Fue en uno que me di cuenta que yo tenía la misma capacidad que cualquier otra persona y que lo único que debía hacer era creer que podía hacerlo y estar dispuesta a pagar el precio por llegar (entrenar, salir de mi zona de comodidad, comer de cierta manera, dormir ciertas horas, etc). Ese día me convencí de que podía hacerlo y, aunque me llevó varios años de entrenamiento, jamas volví a entrenar sin saber para qué lo hacía y sin tener la convicción de que iba a llegar lejos.

Los mejores atletas del mundo poseen un estado de ánimo que está por encima y más allá de los de los atletas que hablan de éxito, y sin embargo, nunca lo persiguen con ningún tipo de convicción. (De aquí en adelante y para hacer mas fácil este artículo los vamos a denominar “el atleta común”).

La forma en que los mejores atletas se sobreponen a los reveses, cómo abordan los desafíos, cuán dispuestos están a ir más allá, su capacidad para establecer metas, hacer un plan, y cómo se adhieren a ello, estas son las cosas que se combinan para formar la mentalidad de un atleta de élite.

Aquí hay 10 formas en que la mentalidad de un atleta de élite es diferente a la de un atleta común. Te invito a que hagas un alto y veas de qué manera estás entrenando actualmente y a que tomes los puntos que no estés haciendo para que tu entrenamiento sea mejor de lo que es ahora. Recuerda que todos estamos hechos igual, pero algunos pensamos que tenemos la capacidad para llegar alto mientras que otros dudan de poder hacerlo.

  1. Los atletas de elite buscan mejorar en la práctica, mientras que los atletas comunes buscan terminarla.

¿Esto significa que los atletas de élite aman cada entrenamiento o se sienten súper felices en las primeras horas de la mañana cuando tienen que ir a entrenar? No. Pero usan esas mañanas tempranas y esos entrenamientos difíciles como oportunidades para mejorar, para convertirse en mejores atletas. Para otros, es un castigo, una tarea, simplemente algo que soportar.

  1. Los atletas de élite saben que tienen que arriesgarse a ganar, los atletas comunes permanecen en su zona de confort.

No hay garantía de éxito. Nunca. Incluso para Michael Phelps con sus múltiples medallas, tenía que trabajar duro para llegar a donde estaba, e incluso había momentos en los que aún no era el nadador más rápido en la piscina. Saber esto no es un impedimento para el atleta de elite. Pero lo es para el otro chico/chica.

Todos tenemos los mismos riesgos. La diferencia es que el atleta de élite no piensa en las cosas que podría perder mientras compite fuera de su zona de comodidad, sino sobre la magia que podría suceder haciéndolo.

  1. Los atletas de élite harán extra, los atletas comunes harán simplemente lo que se requiere.

Para aquellos que no son tan talentosos, o no son tan físicamente dotados como los mejores atletas, el talento debe convertirse en trabajo duro y tenacidad. Y esto significa hacer un trabajo extra, es decir, ir más allá de lo que se pide. Los mejores atletas entienden que los resultados excepcionales sólo ocurren con un esfuerzo excepcional. Y también que el trabajo duro vence al talento cuando el talento no quiere trabajar duro.

  1. Los atletas de élite tienen metas, los atletas comunes tienen deseos.

Tienen los objetivos grandes y brillantes. Como todos los demás. Pero lo que es más importante, tienen puntos de referencia y mini-metas que establecen a lo largo del camino para mantenerse enfocados en el curso de una larga temporada de entrenamiento.

Los otros atletas tienen deseos y piensan en lo bueno que sería lograrlos si sólo tuvieran el tiempo o la energía para hacerlo.

  1. Los atletas de élite son responsables ante sí mismos, los atletas comunes ponen excusas.

Los mejores atletas en el deporte saben que al final del día son solo ellos los responsables de sus resultados y desempeño, sea bueno o malo.

Los atletas comunes miran por todas partes menos en el espejo cuando las cosas no van bien. Para ellos siempre es culpa de la competencia. Es culpa de los entrenadores. Es culpa del clima.

  1. Los atletas de élite trabajan a través de los reveses, los atletas comunes se rinden en el momento que las cosas no van su manera.

La temporada de entrenamiento es larga. La rutina es viciosa, y es implacable. Experimentarás retrocesos y fracasos. Algunos grandes, algunos pequeños, algunos bajo tu control, otros no. Los atletas de élite aceptan esto como parte del proceso, simplemente cosas que deben superarse. Los atletas comunes los ven como una prueba de que no van a tener éxito, de que lo que es difícil es sinónimo de imposible.

  1. Los atletas de élite actúan en el momento, los atletas comunes esperan que las cosas sean perfectas.

Dado que solo hay un periodo muy pequeño de tiempo donde nos sentimos perfectamente bien es una maravilla que no haya más sentido de urgencia en la forma en que actuamos. No siempre nos sentimos de lo mejor, ni al entrenar ni al competir, pero eso no significa que no debemos dar siempre nuestro mejor esfuerzo.

Los atletas de élite no esperan a sentirse cómodos, a que el cuerpo esté en perfectas condiciones, a que el clima sea el correcto o que el estado de ánimo esté bien; ellos actúan con urgencia controlada.

Los atletas comunes, por otro lado, se sientan a esperar el momento ideal que nunca parece venir. 

  1. Los atletas de élite dan prioridad a su entrenamiento y preparación, los atletas comunes esperan que todo les llegue el día de la competencia.

Sí, para la mayoría entrenar es difícil. Realmente difícil. Pero es donde los mejores tiempos, récords y medallas de oro son cuidadosamente esculpidos y desarrollados. Los atletas de elite entienden la importancia de su entrenamiento, y lo clasifican de acuerdo con las prioridades de su vida.

El atleta común, por otro lado, solo pasa por los entrenamientos, haciéndolo de manera inconsistente, logrando la mitad del trabajo, o no dando su 100% real al decidir salir de su zona de confort, y luego espera poder competir a un alto nivel.

  1. Los atletas de élite se enfocan en mejorar constantemente, los atletas comunes esperan grandes mejoras de la noche a la mañana.

Hay un tipo especial de paciencia y fe que los atletas de élite tienen con el proceso de hacerse grandes. Saben que el resultado que desean se construye lentamente. Ellos entienden que se necesita tiempo, paciencia y certeza de que sus esfuerzos se verán premiados cuando sea el momento adecuado, no cuando ellos decreten que deben ser.

El atleta común espera ver una mejoría dramática después de un par de esfuerzos sólidos, y se desalienta cuando esto no sucede.

  1. Los atletas de élite contribuyen a una cultura de ganar, los atletas comunes esperan que la cultura sólo trabaje para ellos.

Ser exitoso en lo que haces es muy divertido. Ver tu trabajo duro ser recompensado es gratificante. Y cuando tienes un grupo de atletas que están todos interesados ​​en tener éxito como grupo, en apoyarse mutuamente en la práctica y ser responsable ante las metas del equipo, habrá un montón de corredores rápidos.

Por otro lado, el atleta común espera que el equipo lo apoye. Aparecen para practicar, se quejan de las repeticiones, se quejan del entrenamiento y crean un tipo de cáncer dentro del equipo que disminuye las posibilidades de éxito. El atleta de elite sabe que si ayuda a que los otros sean mejores, todos crecerán. Sabe que si apoya a los otros se creará una cultura de éxito entre todos. El atleta común teme que otros sean mejores que él. No quiere compartir sus secretos porque le da miedo que alguien lo pase.

Espero que esto te sirva tanto como a mi me ha servido. Te invito a que me sigas en twiter (@TereZacher), Instagram (@InsightfulRunner), mi blog (insightfulrunner.blog) y Facebook (https://www.facebook.com/insightfulrunner/) para motivaciones y tips de entrenamiento durante el dia.

Por Tere Derbez-Zacher