Si algo he aprendido del mundo runner es que en él puedes conocer a quien menos te imaginas, por ejemplo, a tu futura pareja.
Hacer ejercicio siempre ha sido parte importante de mi vida; mi estilo de vida. Ser disciplinada en este aspecto me ha llevado a conocer personas que despierten mi interés, como sucedió con mi actual novio.
Una vez navegando en Instagram me encontré con una cuenta muy especial, este hombre guapo, corredor y con cuerpo espectacular (YES!).
Comencé a seguirlo y enseguida hubo un “follow back”. Comenzamos con los clásicos me gusta, después con reacciones en Instagram Stories, y terminamos intercambiando nuestros WhatsApp.
Tuvimos nuestra primera cita; no dejábamos de hablar mientras comiamos mariscos. Me platicó del tiempo que vivió en Cancún, y sus experiencias vividas en los cenotes.
Yo le platiqué lo norteña que soy, y lo que en mi vida significa correr. Le hablé de mi carrera, y en ningún momento dejé de sonreir. Me atrapó desde el primer momento.
Comenzamos a vernos día tras día, uno tras otro. Por primera vez estaba saliendo con un hombre que amaba correr, igual que yo, y con el que no solo entrenaba e iba a carreras, sino que también podía hablar de temas ajenos al deporte.
Estábamos en una sintonía, todo fluía como debía y yo no podía ser más feliz. Estar con alguien que me motivaba a ser mejor tanto en el deporte como en lo profesional hizo que me diera cuenta de lo importante que es poder compartir cualquier aspecto de mi vida con alguien.
Así que si tú, como yo, tienes un novio runner y que te complemente perfecto, seguro has de estar viviendo una de las mejores relaciones, y que quizá, pocas veces imaginaste.
¿Te sientes identificada?