Después de haber corrido mi primer maratón, bajé el ritmo de los entrenamientos considerablemente para poder dejar descansar a mi cuerpo y recuperarme para el siguiente reto. En diciembre decidí combinar mi entrenamiento con Insanity para poder ganar resistencia y así lograr marcar músculos. El problema empezó cuando en mi entrenamiento no tenía considerado días de descanso.
Para no hacerles el cuento largo, en enero empecé a sentir un dolor diferente a lo que había sentido. Le echaba la culpa a los tenis, a las calcetas pero nunca al exceso de ejercicio que estaba haciendo. Finalmente el cuerpo se hizo escuchar. Un martes después de haber ido a correr 3 kms (porque mi cuerpo ya no pudo más), decidí ir al doctor porque el dolor ya era insoportable y me encontré con la novedad que mi tendón de aquiles estaba a punto de reventar. Sí, por culpa del sobre entrenamiento al que había sometido a mi cuerpo.
Después de haber ido con un doctor, un mal diagnóstico, terapias que lejos de ayudarme me perjudicaron más, otro doctor y ahora terapias de onda de choque, después de mes y medio por fin empiezo a ver mejoras. Ya aprendí mi lección y se las quiero compartir para que no les pase lo mismo:
– Sigue un plan de entrenamiento. No hagas más que lo que dice tu entrenador o plan de entrenamiento.
– ¡Descansa! El descanso es tan importante como los días de entrenamiento. El cuerpo descansado rendirá mejor y habrá menos probabilidad de lesionarse.
– Escucha a tu cuerpo. Si sientes un dolor extraño, ve al doctor. No te auto mediques. Cada cuerpo es diferente. Ve con un especialista. Si no te convence su diagnóstico, ve por una segunda opinión.
– Calienta y estira. Aunque nos da flojera calentar y estirar antes y después de hacer ejercicio, eso puede hacer la diferencia entre tener o no tener dolor o lesiones.
– Paciencia. Aunque hay veces que quieras irte a correr sin importar el diagnóstico del doctor, ten calma. Más vale una buena rehabilitación que una lesión más profunda que termine en cirugía.