Revisando mis diarios de entrenamiento (pues ya cada vez veo más cerca mi regreso a las pistas) me encontré con varias anotaciones que hice al lado de mis entrenamientos del día. Por lo general llevó un registro cada día de lo que corro, dónde lo corro, cómo me sentí y el paso que hice. También anoto si dormí bien y si comí bien o hice algo nuevo. Entre mis anotaciones hubo tres que me hicieron pensar en que quizá es importante compartirlos con todos ustedes. Espero que les sirvan:
1) Ojos arriba, hombros abajo. Este es un mantra que tengo y que voy repitiendo cada vez que hago una corrida larga o difícil. Cuando empiezo a cansarme tiendo a arquear mi espalda un poco y esto hace que la técnica se deteriore. Cuando sucede esto podemos lesionarnos y además, nos cansaremos mas rápido. Al recordar que debo llevar los ojos arriba me hace seguir corriendo «alto» (como si algo me jalara de arriba) mientras que los hombros abajo, hace que me mantenga relajada.
2) Kilómetros basura en el entrenamiento equivale a basura al competir. Cada vez que corremos es más importante fijarnos en la calidad de los kilómetros que corremos que en la cantidad. Correr por correr no tiene sentido si estás entrenando. Si noto que estoy corriendo y mi zancada es diferente por estar cansada, o que estoy pensando cosas negativas, o que estoy forzando el entrenamiento cuando debería estar descansando, prefiero parar. Los entrenamientos deben ayudarnos a recrear el cómo queremos correr a la hora de competir. Si en tu entrenamiento piensas cosas negativas («estoy cansado», «no puedo mas») esto formará tus hábitos mentales y será muy difícil que tengas pensamientos diferentes a la hora de competir. Lo mismo pasa con la forma física en cómo corres. Recuerda, la calidad siempre es mejor que la cantidad.
3) Cualquiera puede hacer la primera mitad de un entrenamiento. Pero los beneficios reales -tanto físicos como psicológicos- provienen de que la segunda mitad de un entrenamiento, sobre todo, un entrenamiento duro, la cual debe ser al menos tan rápida como la primera parte. Este es un gran consejo que alguien me dio alguna vez. Ahora, varios años después, todavía pienso en eso cuando estoy en medio de una repetición o de una corrida, cuando siento que no puedo más y cuando comienzo a pensar en cortar una sesión de intervalos o en correr un tiempo más corto.
Espero que estos tres pasos les ayuden a tener mejores resultados en sus entrenamientos y en sus carreras.
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Tere Derbez-Zacher