Este texto fue compartido por una de nuestras seguidoras, se llama Blaeva Saldaña y creemos que igual te puedes sentir identificada por no poder correr como antes.
Hoy nos toca el muro más alto, el más fuerte.
Hemos sentido el disparo de salida en nuestras venas cuando corrimos nuestro primer 5k.
Hemos llorado y padecido una lesión añorando portar de nuevo un número.
Nos han llamado locas, muchas veces loca hasta que dejó de importarnos.
Hemos luchado para demostrarle al mundo que las mujeres somos capaces de correr un maratón.
Las mujeres hemos luchado contra el mundo para tener un lugar digno en el deporte.
Como madres hemos conocido el tiempo valioso y sagrado para poder salir a entrenar, no importa que sea antes que despierten o cuando todos duermen.
Ahora que tenemos miedo e incertidumbre, nos toca la prueba más difícil y sacar a relucir todas las enseñanzas y las fortalezas que te deja el mundo de correr.
Ahora, nos toca entrenar a la mente y decirle que vendrán tiempos mejores y que pronto, muy pronto volveremos a la calle, a las pistas, a las carreras y le diremos al mundo.
Aquí estoy, soy resiliente de lo que la vida me está dando y solo por eso soy una mujer fuerte, SOY CORREDORA.