Empecé a correr por casualidad hace aproximadamente 8 años. Siempre había hecho ejercicio, pero no corría.
Mi hermana (una taekwondoín talentosa e inteligente) me invitó a una carrera nocturna en la UNAM cuya ruta no es fácil para una no-corredora. Recuerdo que mi novatez me llevó a utilizar unos calcetines inadecuados y las ampollas en los últimos dos kilómetros (de una ruta de 8 k) me hicieron pasar un pequeño infierno, pero esta situación me ayudó a lograr un tiempo «aceptable», pues sólo pensaba en llegar para que parara el dolor en mis pies. De ahí en adelante empezó mi aventura como runner aunque sin entrenamiento formal, sólo hacia gimnasio, corría en banda y participaba en carreras altruistas los fines de semana.
Años adelante empecé a correr ya no en banda en el gimnasio, sino al aire libre aunque de manera solitaria y sin un programa o guía, pero seguía en el gym fortaleciendo mi cuerpo. De esta manera, corrí sin lesión alguna por varios años y con mucha alegría, aunque sin mejorar mucho mis tiempos. Participaba cada vez en más carreras, aumentando la distancia gradualmente hasta llegar a correr maratones, pues quería experimentar en carne propia lo que el gran Emil Zátopek afirmó allá por 1952: «Si quieres correr, corre una milla. Si quieres experimentar una vida diferente, corre un maratón».
Mi primer error como corredora fue dejar el gimnasio y enfocarme en correr con un asesoramiento en línea. Seguí el programa al pie de la letra por un cuatrimestre (descuidando, lo acepto, el fortalecimiento de mi tren superior y mi técnica de carrera). El trabajo, los cursos de actualización y el resto de mis actividades también me fatigaban y no descansaba adecuadamente. Ante este escenario, vinieron la primeras lesiones irremediablemente; sin embargo, salí adelante.
Meses después, ya estando recuperada de mi primeras lesiones cometí el error más grande en mi trayecto como Runner: entrar a un equipo de corredores con un entrenador con poca preparación formal (desafortunadamente me di cuenta de esto demasiado tarde), aunque en sus años mozos había sido un excelente corredor. Los progresos llegaron (logré podio en algunas carreras de 5k) pero no tardaron en llegar las temidas lesiones y las semanas (y meses) de recuperación y terapia. Ni siquiera es que corriera las grandes distancias ni que lograra los grandes tiempos, es simplemente que el método (si es que lo había) no era el adecuado para mi (el equipo en el que estaba era una auténtica «fábrica» de lesionados, aunque había algunas muy notables excepciones) mi cuerpo no asimilaba adecuadamente los entrenamientos. Fue una etapa de auténtica pesadilla. Acepto que el mal entrenamiento se conjugaba con un abandono del fortalecimiento de mi tren superior, abdomen, falta de descanso, fallas biomecánicas, presiones laborales, entre otros. De cualquier manera, mirando en retrospectiva puedo afirmar que el método no era adecuado, probablemente podía tener éxito con corredores elite, pero no estaba correctamente adaptado para los diferentes niveles de corredores.
Aunque tarde, pues ya había pasado más de un año, me di cuenta de mi error y dejé al equipo junto con el entrenador, y me dediqué por un par de meses a tratar de recuperarme del cuadro de lesiones en el que desafortunadamente había caído. Para mi mala fortuna, a fines de diciembre de 2012, sufrí una caída fuerte y como consecuencia desarrollé semiciática (en la pierna derecha) y me lastimé el tobillo izquierdo, esto complicó aún más mi recuperación.
Después de varias semanas de reposo forzoso y recuperación, comencé a trotar por mi cuenta, de manera muy suave y no mas de 5k, empezaba el mes de febrero de 2013. Por casualidad, a través de mis contactos en las redes sociales, me enteré de que el siguiente mes, en marzo, empezaría el equipo de @adidasrunning su plan de entrenamiento. No estaba segura de querer volver a empezar a correr en forma, pues anímicamente estaba «down» y temía el regreso de lesiones si volvía a correr. Sin embargo, recordé que en algún lugar leí que a Paula Radcliffe la describían como una enciclopedia de lesiones, pero que siempre buscaba salir adelante haciendo los cambios y adaptaciones necesarios para lograr sus objetivos. De esta manera, entré al equipo de @adidasrunning con ciertas reservas, lo reconozco, pero poco a poco regresó el entusiasmo y las ganas de volver a correr y de lograr mejores tiempos (con un método adecuado) y me parecía que @adidasrunning contaba con un equipo serio con experiencia y conocimientos sobre la carrera.
Los progresos que he tenido en el equipo, tomando en cuenta mis antecedentes, han sido muy notables. Después de no correr más de 5 kilómetros, pasé, el sábado pasado a correr 12 k sin molestias en las piernas, sin cansancio extremo, sin dolor en los hombros, disfrutando la carrera. Por primera vez en mi etapa de corredora logré correr con ritmo, a 5 minutos por kilómetro durante toda la carrera; logré concentrarme en mis movimientos, en mi respiración, en mi competencia. Aunque reconozco que todavía me falta mucho por mejorar, sé que estoy avanzando, probablemente no al ritmo deseado pero sigo avanzando. Acepto que todavía tengo un poco de miedo (o precaución mejor dicho) miedo a lesionarme si me apresuro demasiado, miedo a lesionarme si no escucho a mi cuerpo y si no lo fortalezco sistémicamente. Las experiencias previas me marcaron mucho y prefiero, por ahora, reservarme un poco y ya más adelante, cuando mi cuerpo se sienta más fuerte, avanzar más aprisa y sin pausa.
Los avances logrados hasta ahora habrían sido imposibles sin la ayuda de mis querid@s y excelentes coaches de @adidasrunning: Chava, Clara, Jorge y Meli (en estricto orden alfabético). Quiero agradecer especialmente a la coach Clara porque gracias a sus vastos consejos y correcciones a mi forma de correr me ha hecho aún más consciente de que en la carrera no solo se corre con las piernas, sino con todo el cuerpo y con la mente. Me ha hecho consciente también de los movimientos de mi cuerpo, de mi biomecánica al correr, de la importancia de correr relajado, de la importancia de una buena pisada y de una buena técnica (aquí también ha contribuido mi querido Chava). Clara (de quien por cierto, envidio su flexibilidad) ha despertado en mi nuevamente los deseos no solo de correr logrando mejores tiempos, sino de querer ser una buena corredora, con buena técnica, buena postura, una corredora eficiente y que disfruta y ama correr.
Meli, un auténtico correcaminos, siempre nos anima a ser más rápid@s y a tratar de alcanzarla (ufff!), sin perder la técnica y concentración, sin consentirnos. En pocas ocasiones he logrado ir a la par con ella cuando hacemos trote, pero yo me he visto obligada a ir en modo de velocidad «trote keniano», para no rezagarme, jajaja! El buen coach Jorge y sus entrenamientos de crossfit han fortalecido mi cuerpo (ya hasta me empiezan a gustar los burpees). Él sabe de la tremenda importancia que tiene para un corredor tener un cuerpo fuerte y en los ejercicios de fuerza siempre «nos ordena» (ese es su estilo) hacerlos mas rápidos y de la forma correcta. Por otra parte, mi querido y carismático Chava siempre le pone chispa y diversión a los entrenamientos, envidio mucho su excelente técnica de carrera y agradezco sus tips para hacer una buena carrera (me gusta mucho que nos recuerde: «cuando te canses, disminuye un poco el paso, pero no aflojes el cuerpo«).
Seguramente cumplir mis metas tomará tiempo, pero me empeñaré en lograrlo con el apoyo y orientación de los super coaches de adidas, siempre respetando los tiempos de mi cuerpo y sus señales, siempre recordando al gran Haile Gebrselassie «I will always listen to my coaches. But first I listen to my body. If what they tell me suits my body, great. If my body doesn’t feel good with what they say, then always my body comes first».
Mil gracias coaches del @adidasrunning team… 1,2,3 ADIDAS!!!!