“Tienes que probar los adaptógenos”, me advirtieron. Era la primera vez que escuchaba esa palabra y necesité más explicación. Por el estrés en el trabajo, la vida diaria y la intensidad del entrenamiento que yo llegué a manejar, me sugirieron tomarlos. Acepté porque antes de recomendar algo me gusta probarlo. Pues bien, en mayo de este año empecé a consumirlos con el permiso de mi nutrióloga y aquí les cuento los efectos.
En realidad los adaptógenos no son algo nuevo, es una palabra que el Dr. Nikolai Lazarev , un científico ruso, ya utilizaba durante la Guerra Fría, por ahí de 1947 y se refería a sustancias que aumentaban la resistencia en los soldados sin la necesidad de medicamentos. Ya en los 50, el Dr. I.I Brekhman, se enfocó en los efectos del Ginseng Siberiano y en 1969 compartió tres características de los adaptógenos: no son tóxicos, incrementan la resistencia y regulan las funciones del organismo. Además en la medicina ayurvédica y china se manejan desde hace muchos años.
Hoy los adaptógenos se refieren a cierto tipo de hierbas que aumentan la resistencia del organismo frente a situaciones de estrés, trauma, ansiedad y fatiga y su consumo aún no es tan popular. Ayudan a los deportistas a adaptarse a la intensidad del ejercicio, a superar el cansancio, al estrés de las competencias y en algunos casos, a la mala alimentación.
Entonces me dediqué a preguntar entre los atletas de alto rendimiento que conozco y resulta que algunos los tomaban meses antes de una prueba de resistencia. No se trata de dopaje sino de un adaptador natural. Eso me tranquilizó. Sin embargo, seguí investigando y a la par de estarlos probando, encontré que tienen propiedades antioxidantes, que eliminan toxinas, revitalizan el cuerpo, aumentan la capacidad de concentración, ayudan a mejorar el consumo de oxígeno, retrasan la fatiga y combaten los efectos en el organismo causados por el estrés, además de equilibrar las hormonas y fortalecer el sistema inmunológico, entre otros.
Según la Organización Mundial de la Salud, el 80% de la población mundial utiliza remedios obtenidos de las hierbas, solo que no son productos patentables y por lo tanto, no los vamos a encontrar en las farmacias. Aunque ya se hizo un estudio pequeño para comprobar la efectividad de los adaptógenos, la realidad es que no hay mucha información, sin embargo, son parte de los «super foods» que ahora tanto se promocionan como opciones para combatir enfermedades como el mismo cáncer.
Rodrigo Cruzado, de Natural Slim México, me hizo un paquete deportista, el cual incluía obviamente los adaptógenos, además de suplementos de proteína, potasio y magnesio (alcalinizadotes y reductores de la inflamación), vitaminas B,C, D y E y unas enzimas pancreáticas que ayudan a digerir mejor los alimentos y absorber los nutrientes de forma correcta. Si yo les contara lo que pasó en las primeras semanas, no me creerían. Los efectos del estrés disminuyeron, digamos que me sentí más tranquila y en paz con lo que me rodea. Mis amigas nutriólogas corroboraron que no tenían efectos adversos ni en tiroides ni en el corazón. Obviamente donde yo noté más los resultados fueron en el entrenamiento intenso donde me fatigaba menos y encima, estaba controlando mis “picos” de hambre provocados por la ansiedad que me provocaba el estrés y el cansancio. Lo mejor de todo es que encontré la fórmula perfecta para una mejor digestión y la colitis y el estreñimiento que con frecuencia presentaba, se acabaron.
Pues bien, dejé de tomarlos por algunos meses, mi vida tuvo muchos cambios y justamente para el maratón de Berlín no los consumí creyendo que tal vez solo eran un placebo y no necesitaba todas esas vitaminas para que mi cuerpo rindiera al 100%. Descubrí que no, que sí me hacían falta porque ahora que estoy nadando y corriendo, mis músculos están presentando una fatiga terrible, los calambres volvieron y el dolor muscular se quedaba más tiempo de lo normal. Al final, creo que uno se acostumbra al dolor, los alimentos agresores hacen su efecto y la energía baja afectando los movimientos del cuerpo.
Hoy tengo nuevamente mi kit de deportista y lo combino perfecto con mi nuevo estilo de vida. Tampoco crean que solo como pastillas o polvitos ¡para nada! Para los que corremos, las vitaminas y minerales son indispensables para un mejor rendimiento y sin duda, los adaptógenos ayudan. Aquí les dejo una lista de los adaptógenos más consumidos y que mejor le vienen a una mujer corredora.
Eleutero (Gingseng Siberiano). Efecto anti-estrés y anti-fatiga, evita la deficiencia de vitamina C asociada a infecciones, lesiones y cáncer.
Ajo. Controla el colesterol, fortalece el sistema inmunológico, es antiséptico, fungicida y aumenta la energía.
Noni. Libera toxinas, estabiliza niveles de azúcar y es alto en potasio.
Damiana. Es antidepresiva, relajante, controla el estrés, diurética y vigorizante mental y física.
Astrágalo. Combate la depresión, fatiga, virus y es diurético.
Genciana. Previene la artritis, el cansancio y la debilidad física.
Jengibre. Contiene vitamina B, regula el sistema nervioso y fortalece el sistema inmunitario.
Ginkgo Biloba. Mejora la circulación sanguínea y la irrigación en tejidos y corazón.
Regaliz. Es antiinflamatoria y antialérgica, además de contrarrestar los efectos del estrés prolongado.
Rhodiola Rosea. La mejor para aumentar el rendimiento durante el ejercicio, mejora el sistema nervioso, combate la depresión, fortalece el sistema inmunológico, ayuda a bajar de peso y aumenta la energía.
Maca. Aumenta la fertilidad, mejora el sistema nervioso y es un regulador hormonal.
Schisandra. Contiene vitamina C y E, previene el estrés y la ansiedad.
Goji. Previene el envejecimiento prematura, cuida los riñones, regula el sueño y mantiene la energía.
Es importante que sepan que antes de consumirlos, es necesario hacerse un chequeo con un especialista (en Natural Slim les pueden ayudar) si padecen hipertensión, diabetes o alguna enfermedad crónico-degenerativa. Para comprar el kit deportista, dale click AQUÍ
Sonia Chávez