El sudor, el material de tus calcetines, caminar descalza, entre otras cosas, colaboran a que nuestros pies tengan un mal olor.
La solución:
* En 3 litros de agua pon a hervir 3 cucharadas de salvia y 3 de tomillo. Espera a que se enfríe un poco y mete tus pies durante 10-15 minutos.
* Compra bicarbonato en la farmacia y después de lavarte los pies, espolvorea un poco en los zapatos o tenis, la planta del pie y entre los dedos. Su ph neutraliza el sudor y evita el crecimiento de hongos y bacterias.
* Cambia tus calcetines todos los días ¡no te los pongas sudados! Y úsalos de materiales transpirables
* No uses talco para bebés, opta por las pomadas o talcos antimicóticos.
* Si puedes, dedica al menos dos horas diarias para ventilar tus pies y si quieres, duerme sin calcetines.
* Acude con el podólogo por lo menos una vez al mes.