Ser una mamá corredora es motivo de inspiración, te ayuda a crear un lazo más cercano con tus hijos, para ellos tus medallas significan que eres su héroe y tratarán de seguir tus pasos. Para ser una mamá corredora debes tener una gran habilidad y se trata de la organización. Atrás quedaron los días en los que tenías todo el tiempo disponible para entrenar. Aquí te dejo algunos tips que me han servido para compaginar correr y ser mamá.

1. Organiza tu plan. Lo primero que debes hacer es pedir ayuda a tus familiares o personal de confianza para el cuidado de los niños, o bien, buscar un lugar donde estén seguros. Si no es tu caso, pídeles que te acompañen, invierte en una caminadora para tenerla en casa (que aguante 30-40 kms semanales) o adquiere una carriola (si tus hijos son pequeños), siempre será una buena opción de entrenamiento. La regla para ser una mamá corredora es que incluyas a correr como prioridad en tu vida diaria y que ellos vean que es un momento importante para ti.

2. Despierta de madrugada y duérmete muy temprano. Muchas mamás corredoras entrenamos casi de madrugada, a veces antes de mandar a los niños a la escuela. Si puedes hacerlo, te lo recomendamos, sentirás que has cumplido con tu cuota y tendrás más energía durante el día. Quizá tengas que dormir a la hora que se acuestan tus hijos para alcanzar mínimo 7 horas de sueño, pero eso sí, siempre tendrás una gran sonrisa.

3. Corre a la hora que puedas. No te agobies si no puedes hacerlo por las mañanas, como te lo mencionamos anteriormente, trata de poner tu entrenamiento como prioridad  en tu vida, tanto como comer o bañarte. Si ese día se te complica, hacer ejercicio en casa es buena opción. Yo brinco la cuerda, bajo videos de fitness, subo y bajo escaleras, etc.

4. Arma tu gym en casa. Si no es posible correr en la calle con ellos o no tienes una banda para correr, en casa puedes tener tu equipo básico de entrenamiento como una fitball, tapetes, mancuernas, cuerda, ligas o balones medicinales. Mientras tu haces ejercicio, ellos pueden jugar alrededor tuyo o puedes invitarlos a que participen en tu rutina. Yo hago abdominales con mi hija y trabajo de brazos. Reímos mucho.

5. Escucha tu cuerpo. Ser mamá ya es una actividad demandante y si le agregas las tareas en el hogar y las exigencias de tu trabajo, a veces vas a querer salir corriendo. Date un día o dos de descanso si lo crees necesario, nunca entrenes con dolor ni fatigada, el resultado puede ser contraproducente en tu estado de ánimo. Hacer ejercicio debe darte alegría, no debe ser una tortura.

6. Sé flexible. Ningún entrenamiento ni carrera vale más que el tiempo de calidad que puedas tener con tus hijos. Nunca olvides las fechas ni los acontecimientos especiales para ellos, y al menos, en tu día de descanso dedícate a compartir bellos momentos a su lado.

7. Llévalos a las carreras y dedícales tus medallas. Un recurso inspiracional que ellos valoran mucho. No hace falta que hables mucho para convencerlos de llevar una vida sana, el ejemplo lo hace. Para ellos, eres una heroína aunque no llegues en primer lugar, lo que cuenta son las medallas que obtienes en las carreras.

8. Come de forma equilibrada. Olvida las dietas, las corredoras amamos comer. Enseña a tus hijos las ventajas de disfrutar la comida, de ser equilibrados y congruentes, de consumir alimentos de calidad.

Paula Radcliffe, quien posee el récord mundial de maratón y es mamá de dos pequeños, afirmó en su reciente visita a México: antes de ser corredora, soy mamá. Eso nunca lo olvides.

Nos seguimos leyendo,

Sonia Chávez

@sonitachavez

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