Después de la fiebre del maratón me sentía muy motivada y feliz, así que decidí aceptar la invitación por parte del Team Reebok a un evento deportivo que ha ganado popularidad entre la comunidad del running. Sí, estoy hablando del Spartan Race.
Pero no era cualquier Spartan Race, era la edición “Chicked” que se caracteriza por ser una carrera para mujeres de 3 millas + 15 obstáculos. Para mí era un reto completamente nuevo y no puedo ocultar que estaba muuuuuy emocionada y un poco más nerviosa.
Coatepec Harinas, en el Estado de México, fue la sede donde se llevó a cabo este increíble evento. Llegar hasta allá partiendo de la Ciudad de México fue toda una travesía. Llegamos alrededor de las 10:30am y entre que nos dieron nuestro brazalete, número y todo eso, salimos en el último bloque de corredoras.
Y de repente, entre el grito de los famosísimos Aroooo, aroooo, aroooo empezamos la travesía. Los primeros muros no se hicieron esperar, así que los pasamos y entre todas nos ayudamos. He de confesar que en el primer muro me tuvieron que enseñar a cómo pasarlo, ya en los demás me sentí experta. El correr adentrándose en la naturaleza definitivamente fue un gran punto para que yo amara esta carrera. En verdad (ni se nota que sigo fascinada) el correr entre espacios que, al menos yo como corredora de la ciudad, no puedo frecuentar en mis entrenamientos te hace sentir mucho más viva y humana, va más allá de todo lo bonito que se puede llegar a sentir. A pesar de lodazal que ya se había hecho, nuestros tenis All Terrain de Reebok fueron punto clave para no sufrir de una caída o resbalarnos con facilidad, ya que estos son especiales para carreras de trail, donde los escenarios son en superficies imperfectas. Mis obstáculos favoritos fueron el pasar pecho tierra algunos metros, cargar los troncos y pasar por agua, donde aprovechabas para enjuagarte un poco, que no servía de nada pues al final terminamos llenas de lodo.
Todo el Team Reebok hicimos este Spartan cotorreando y riendo, nos ayudamos entre todas y después de toda la travesía, todos los obstáculos y todo ese hermoso paisaje que nos brindó Coatepec Harinas terminamos el Spartan.
Mi primer Spartan me trajo muchas buenas recompensas y enseñanzas: me demostró que no debo dudar de mis capacidades, una vez más volví a reafirmar que los límites están en la mente, que en esta carrera algunas chicas se detenían unos minutos para poder ayudarte a cruzar los obstáculos y eso está increíble, que te cobijen de esta manera te hace sentir mega segura. También a disfrutar de la naturaleza, es una imagen en mi cabeza que jamás podré sacar.
Gracias Reebok y en especial a estas niñas que hicieron mi primer Spartan una experiencia inolvidable: a Lety y Sandra por atendernos increíble y ser las mejores fotógrafas del mundo; a, Marisol, Zoraida, Mariannela, Andrea, Natalia, Ceci y Tanya por ser un excelente equipo. Las invito a adentrarse a este tipo de carreras, realmente les encantará. ¡Felices kilómetros a todas!
Gloria Daniela Martínez