Fue la última carrera de 2015, la mayoría no lo sabe pero muchas de las carreras que tenía programadas para el año pasado no pude realizarlas debido a cancelaciones de última hora, como por ejemplo, la situación política de los países que visitaría. Uno de ellos fue Egipto, pero decidí esperar y entrenarme bien para Burkina Faso.

Después de que terminé Australia quedé mal de un riñón así que me traté, me curé y estaba decidida a ganar esa carrera en tierras africanas.

No fue fácil llegar a ese país una por la situación política, golpes de estado más los atentados terroristas que hubo unas semanas antes en París, que es donde hice escala, además de los atentados en la frontera con Mali y Ghana, cerca de Burkina Faso, esto sin contar las horas de vuelo desde México pues mi itinerario fue Cancún-Ciudad de México-París-Uagadugú. ¡Más de 24 horas anduve entre vuelos y en espera en aeropuertos!.

Llegué finalmente a Uagadugú, tenía que sacar el visado pues desde México no se puede tramitar, no hay Consulado pero jamás pensé que fuera tan caro y complicado. Cuando llegué, me estaba esperando el organizador Jerome Llolier, muy amable y simpático como siempre, me dio un abrazo de bienvenida y me pidió que esperáramos, pues venía otro competidor en el mismo vuelo que yo, así que me senté en el piso, ya que es un aeropuerto pequeño y no había dónde sentarse y aparte hacía un calor criminal más los mosquitos que eran muchos y no paraban de picarme.

En ese momento, me acordé de tomar la pastilla contra la malaria, que había estado tomándola días antes, ya que es obligatorio antes de ingresar al país y después de irte.

Al segundo día de haber llegado, partimos hacia el pueblo de Po, que hace frontera con Ghana, que está a solo 5 kms de ahí. Fueron 5 horas de autobús, camino de terracería y mucho polvo. Llegamos al hotel donde tuvimos la reunión para hablar de las precauciones en el trayecto de carrera y al otro día nos hicieron inspecciones de equipo en lo cual me fue muy bien .

DIA 1

Los nervios a tope y aún mas porque antes de salir de nuevo, hubo revisión de equipo por si acaso hubiera algún competidor que le quitó peso a su mochila de supervivencia, pues el mínimo de peso sin agua era de 6 kilos. Yo llevaba el peso acordado, así que me tranquilicé y me acerqué al puesto de salida, todos nos deseamos buena suerte e hicimos la foto de grupo. Luego dieron la salida y me puse atrás de la chica de Italia, la cual ganó en Australia, me le pegué un par de kilómetros pero después la rebasé y me di cuenta que iba en primer lugar de las mujeres. Después también pasé a los chicos y ya para los últimos kilómetros, ellos me alcanzaron pero aún así no me rebasaron y en eso, el taiwanés Tommy Chen, gran competidor a nivel mundial, me pasá y llegó 3 minutos antes que yo. Me sorprendí a mi misma en llegar en segunda posición general, ¡ese día me encantó! Fueron 42 kms.

DIA 2

Este día ya andaba con la molestia de la espalda, así que decidí pedirle al doctor que me pusiera algo para tapar las heridas y pudiera correr mejor los 42 kms que me esperaban y así fue, de nuevo iba de líder femenil y llegué en segundo lugar general.

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DIA 3

Fue el día mas largo de la competencia, fueron 50 kms. Ya andaba mal de la espalda, tenía mucho dolor y las curaciones que me habían puesto se habían caído así que estaba la carne viva pero me concentré en pasar la meta y no iba a parar hasta llegar al campamento. Ese día atravesamos el pueblo de Po, pudimos ver cómo vivía la gente y lo que más me encantó fue que los niños de ese poblado corrieron junto a mi, para ellos éramos la diversión, estaban muy contentos de vernos, me paré a comprar un refresco ya que la organización nos dio permiso y con el calor que hacía, era lo que más necesitaba, pero los niños se me quedaban viendo y como me sobraron unas monedas les compré unos dulces y se emocionaron tanto que me acompañaron hasta el campamento, eran 1.5 kms para llegar.

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DIA 4

Con lo que corrimos un día antes estábamos muy desgastados. En este tipo de competencias no te repones pues comes muy mal, no duermes lo suficiente y al otro día hay que seguirle. Eso es lo fuerte de las carreras en etapas y de autosuficiencia, pero estaba muy contenta, seguía de líder y me sentía bien, excepto por la espalda que estaba toda magullada,  pero pensaba que solo faltaba un día y terminaba todo eso. Jamás pasa por mi mente el abandonar carreras así esté muy grave como en Atacama donde tuve un esguince de tobillo o Australia con la infección de riñón. Ese día corrí como loca pues solo quería llegar a comer y descansar.

DIA 5

Último día de carrera. Estábamos contentos ese día, por fin llegaríamos a comer sabroso porque ya teníamos mucha hambre. A media carrera no me sentí para nada bien, el dolor de mis heridas era mucho, solo pensaba: «unas horas más y listo». Tenía que distraerme de mi dolor y mientras corría, pasé a otro competidor que hizo esa carrera por su hija que estaba en el hospital con una rara enfermedad, le di la mano como señal de apoyo aunque yo también estaba que moría por dentro pero si el podía, yo también podía terminar la carrera y así pasaron los kilómetros hasta que pude ver la meta. Al llegar abracé al organizador Jerome, estaba muy contenta y ahora si a comí. Al otro día fue la premiación . Mi trofeo del 1er lugar hecho de cristal y un mapa de África, hecho por personas del lugar de Po. Llegaron las fotos, abrazos y de ahí de regreso a Uagadugú y directo al aeropuerto.

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Mi regreso no fue fácil, venía lesionada, no me podía sentar cómodamente, hubo un caos con las aerolíneas que cancelaron vuelos a París por los atentados, al igual que Malí, al norte de Burkina Faso, hubo cambio de itinerario, hice escala por Algeria y de ahí a París, después Ciudad de México y luego a Cancún. Cuando llegué a mi casa en Playa del Carmen ya no sabía ni cómo me llamaba, pero estaba  feliz de llegar con mis niños que los extrañaba y empezar a contarles mis aventuras.

Ahora espero con muchas ansias y ganas el nuevo reto uno de los más grandes que me puse desde que empecé a correr, el sueño más grande para un corredor de ultramaratones, el gran Marathon Des Sables, con sus dunas interminables, con 1,600 competidores de todo el mundo, daré todo lo que tengo en esta competencia para representar bien a México.

Las invito a soñar y soñar en grande porque si yo puedo, ¡tú puedes!

Isis Breiter

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