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¿Cuanto mide un maratón? En el sentido estricto de la palabra el maratón mide 42 kilómetros con 195 metros. Pero para mi un maratón no mide eso, mide mucho más.

Un maratón se mide en KILÓMETROS. Pero no solo se mide por lo que se corre el día de la competencia. Un maratón se mide por los días de entrenamientos, la suma de todos esos kilómetros. Para realizar un maratón entrenamos 4 meses y el promedio de entrenamiento es un poco más de 800 kilómetros, y a veces puede ser mucho mayor dependiendo de cada persona y entrenamiento.

El maratón se mide en DECISIÓN. Tomar la decisión de correr un maratón no es fácil, existen dudas y miedos. Pero al final las enfrentamos y decidimos atrevernos. Escogemos un maratón, agendamos la fecha y entonces trabajamos por ello.

Un maratón también se mide en ACTITUD. Durante el trayecto a esa meta pasaremos por adversidades, porque llevaremos al cuerpo a un nivel de entrenamiento que nos hará dudar de seguir, pero a pesar de esas dudas nuestra actitud será de continuar porque la META está fijada y queremos llegar a ella.

El maratón se mide en COMPAÑERISMO. Muchos amigos y nuestro equipo nos alentarán y acompañarán en ese trayecto. Y ese apoyo es fundamental para lograr nuestro objetivo. Serán empáticos, nos aconsejarán y nos impulsarán cada vez que vean que decaemos o que dudamos de nosotros. Ese compañerismo lo llevamos en el corazón y en algún momento el día de la competencia, nos agarramos de él para lograr el objetivo.

El maratón se mide en COMPROMISO. Porque para poder lograr hay que comprometerse. Son cuatro meses de entrenamiento, así que pasaremos por muchas situaciones, también por diferentes climas, por fríos, lluvias o calor. Pero a pesar de ello nosotros seguiremos entrenando. Rechazaremos algunas fiestas y horas de sueño porque el compromiso con nosotros mismos está hecho.

El maratón se mide en SONRISAS Y LLANTOS. Durante todo el trayecto pasaremos por alegrías al saber que logramos algún entrenamiento o chequeo mejor de lo planeado. Aparecerán muchas sonrisas al disfrutar de nuestra propia compañía y de hermosos paisajes durante las distancias largas. Y otras tantas serán por compartir kilómetros con amigos durante el entrenamiento. Pero no todo serán sonrisas, también pasaremos por frustración al no lograr algún objetivo, por llantos al no poder terminar algún entrenamiento a consecuencia de algún dolor, o inclusive, por detenernos días o semanas por alguna lesión. Nos frustraremos y temeremos que no podremos llegar a nuestro objetivo, pero a pesar de ello haremos todo lo posible por continuar. Porque nuestra meta sigue fija en el corazón y en la mente, y esas sonrisas y llantos suman y miden también nuestro maratón.

Un maratón se mide en FAMILIA. Nuestros hijos, pareja, padres, hermanos, gente que nos ama y amamos. Quienes saben de nuestro sueño y que aunque a veces no nos entienden, nos apoyan por ese gran amor infinito que nos tienen.

Por eso un maratón NO mide 42.195. Un maratón no se mide por lo corrido ese día. Se mide desde antes. Un maratón ¡mide mucho! Un maratón es grande, y el lugar donde vive algo tan grande es el corazón. Un maratón no es fácil. Un maratón no se trata tan solo de correr 42.195, se trata de todo lo que suma para llegar al día.

Alejandra Hernández

Ale tiene un blog www.alesonrieycorre.blogspot.mx y terminó el Maratón de Berlín con un tiempo de 3 horas con 23 minutos.