Si eres de las que se la pasa entrenando y siente que ya no puede bajar sus tiempos, sigue leyendo porque tal vez estás cometiendo alguno de estos errores que no te dejan correr más rápido.
- Salir muy rápido en las carreras. Es algo muy común pero la regla dice que debemos salir entre 5-10 segundos más lento por kilómetro si corremos 5 o 10k, y de 15 a 20 segundos más lento por kilómetro si corremos 21k o 42k. ¿Lo haces? Si aún no lo logras, realiza 1-2 veces a la semana sesiones a ritmo de carrera para que practiques cómo llevarás el ritmo en la prueba y así puedas correr más rápido la última parte de la competencia.
- Cansarte un día antes de la carrera. Tienes un maratón y un día antes se te ocurre recorrer caminando la ciudad donde se llevará acabo ¿te ha pasado? El resultado es que llegas a la carrera sin energía y agotada. Eso se evita planeando la semana previa a la prueba de acuerdo al tiempo disponible que vas a tener, por ejemplo, entre lunes y miércoles realiza entrenamientos hasta cierto punto intensos y los 3 días anteriores solo haz trotes de no más de 30 min.
- Entrenar demasiado y no respetar descansos. Es típico que te emocionas por tus resultados o bien, te contagias del furor social y quieres correr lo mismo que tus cercanos, tanto que a veces corres por convivir y a veces, ni descansas. ¡No lo hagas porque tu cuerpo se agotará muy pronto! Cada semana agrega no más del 10% de tu kilometraje semanal, con esto vas a evitar lesiones, sobre entrenamiento y sobre todo, respeta tus descansos para que tu cuerpo esté listo para la siguiente batalla.
- Correr rápido todo el tiempo. El secreto de los grandes corredores para romper sus marcas está en que no corren rápido todo el tiempo. De hecho, la recomendación es que hagas solo 2 sesiones de velocidad a la semana, el resto son trotes de recuperación y una distancia larga. Tu cuerpo necesita de uno a dos días de recuperación por cada entrenamiento intenso o largo que hagas. Entrena con calidad no por cantidad.