Qué sería de aquellos entrenamientos o carreras sin risas y diversión, seguramente NADA sería lo mismo.
Amamos correr no solo por los objetivos que nos proponemos para después cumplirlos, sino, por los momentos graciosos que vivimos mientras llegamos a ellos.
Así que seguramente has vivido alguna de estas cinco cosas graciosas corriendo:
Un tropezón
Piedras en el camino hay muchas, y más de una vez nos hemos topado con ellas al correr provocando uno que otro tropezón sin importancia. La pena es momentánea, pero el recuerdo y las risas para siempre. Sacúdete y sigue corriendo.
Saludar por equivocación a alguien
Típico, ir en el kilómetro 10 y saludar a un “conocido” que resulta no ser tan conocido como creíamos. Tranquila, es normal confundir a todos cuando ya traes buenos kilómetros de distancia recorridos.
Traer la ropa al revés
A veces nos ponemos tan rápido nuestro look corredor que olvidamos revisar si la ropa está bien puesta y sin etiquetas a la vista. Lo peor que puede pasar es que alguien te diga que traes los leggins al revés, no te preocupes, mientras no te incomoden todo está bien.
Los ruidos incómodos
Cuando el vientre nos traiciona y se escuchan los gruñidos de hambre, o peor aún, el agua rebotando de un lado a otro. Ese gran momento de incomodidad y pena más de una lo hemos pasado, ¿o no?
El gas escapista
Ese que por más que intentaste detener dentro de tu cuerpo, pero no pudiste controlar. Tampoco te preocupes es normal que suceda este tipo de accidentes, y lo mejor de todo es que no pasará a mayores. ¡Todas hemos pasado por eso! ¡Sigue corriendo!