Habemos corredoras que nos consideramos hechas únicamente para distancias largas; correr y correr sin parar.
Sin embargo, a la hora de competir en carreras de 5, 10, 21k y hasta el maratón, es necesario tener como base entrenamientos completos, en los cuales no solo se incluye larga distancia, sino de velocidad pura.
Aquí cinco razones para no saltarte tus sesiones de velocidad.
Aumenta tu resistencia
Los cambios de ritmo son el entrenamiento perfecto para sorprender al cuerpo. Hacer sprints cada determinado tiempo ayuda a que el cuerpo trabaje al máximo. Ganar velocidad poco a poco te ayudará a aumentar tu resistencia a la velocidad en competencias largas, lo cual disminuirá tus tiempos.
Mejora tu físico
Los entrenamientos de velocidad queman más grasa debido a que la intensidad aumenta y exige una mayor demanda de energía. De esta forma se mantiene gastando reserva energética constantemente la cual es traducida en grasa saturada. Además, la fuerza que implica mantiene tus músculos más marcados y voluminosos.
Tener un mejor cierre
Cuando estés a punto de llegar a la meta tendrás la fuerza necesaria para cerrar con un sprint gracias a tus previas sesiones de velocidad y no solo habrás cerrado tu carrera con más potencia, sino con menos segundos en el cronómetro.
¡Es divertida!
El simple hecho de saber que puedes correr llevando a tu cuerpo al máximo no solo te hará divertirte y disfrutar más de tus sesiones de velocidad, sino que te hará sentir orgullosa de saber lo que eres capaz de hacer.
Subirás mejor las cuestas
Tus piernas tendrán la potencia necesaria para apretar el paso cuando tengas que correr un plano inclinado en algún entrenamiento o competencia, y la fuerza necesaria para descenderlo sin golpetear y lastimar tus rodillas por el impacto de la velocidad provocada por el descenso.
Ya lo sabes, de ahora en adelante ponle más atención tus sesiones de velocidad, y disfrútalas al máximo.