«¿Rutina? ¡Pero me encanta la aventura! La palabra «rutina» siempre me asustó. Me hizo pensar en un día estricto sin espacio para la diversión, el tiempo libre o la espontaneidad. Me encanta la aventura y ver lo que trae el día. Pero también me encanta hacer las cosas y tener algún tipo de control sobre el tipo de día que tendré.
Comencé a notar que las personas exitosas generalmente se adhieren a una rutina. Quería ver qué pasaba si establecía un sentido de rutina para mí misma. ¿Sería capaz de hacer más cosas? ¿Me aburriría? Como mencioné antes, pensar en seguir con algo por el resto de mi vida no era algo que me alentara.
Entonces, lo que hice fue darme la oportunidad de tener una rutina y pensar en seguirla día a día, un día a la vez, y tener flexibilidad en ello en caso de que las cosas no salieran según lo planeado.
Hasta ahora, ha funcionado muy bien. Incluyo en mi rutina el tiempo para hacer ejercicio, el tiempo para preparar alimentos saludables, el tiempo para trabajar, el tiempo para estirarme y meditar, el tiempo para trabajar, el tiempo para estar con la familia … pero voy más allá de eso, tengo «mini rutinas» para cosas que me importan. Por ejemplo, cuando voy a correr tengo una rutina de estiramientos que debo hacer para preparar mi cuerpo para el entrenamiento. Después de mi carrera, tengo una rutina de estiramientos y cuidados personales para preparar mi cuerpo para el entrenamiento del día siguiente. Cuando me voy a la cama, tengo una rutina que permite que mi cuerpo y mi mente sepan que es hora de relajarse, etc.
Quiero compartir con ustedes algunos de los muchos beneficios de tener una rutina diaria sólida:
1. Cruzarás más cosas en tu lista de tareas por hacer
¿Alguna vez te has despertado con tantas cosas por hacer y sientes que nada se logrará? Entra: tu rutina. Cuando tienes una rutina diaria, es mucho más probable que elimines cosas de tu lista de tareas pendientes. ¿Por qué? Porque tener un horario significa bloquear partes de tu día para tareas específicas, como trabajo, recados o ir al gimnasio. Cuando configuras momentos específicos para las cosas, es mucho menos probable que las rechace para más tarde, especialmente una vez que se conviertan en un hábito.
Claro, a veces surgen emergencias y es posible que a veces se te acaben las horas del día. Pero tener un horario y, por lo tanto, cierta estructura, hace que la productividad sea mucho más probable.
2. Tu salud mental te lo agradecerá
¿Has notado cómo la ansiedad y los niveles de estrés suben de nivel durante días caóticos y desorganizados? Tener una rutina te permitirá centrarte en las cosas que más importan. También puede ayudarnos a cultivar hábitos diarios positivos y a priorizar el cuidado personal. Una rutina ayuda a construir en las cosas importantes. Y, seamos realistas: cuanto más cosas se hagan, más tiempo tendremos para relajarnos. Tener una rutina también nos permite dormir mejor y tener más tranquilidad al saber que marcamos de la lista las cosas que son más importantes para nosotros.
3. Tu tienes el control (puedes elegir tu día).
Se pueden romper muchos malos hábitos al tener una rutina. Puedes elegir la cantidad de tiempo diario que pasarás trabajando, haciendo ejercicio, descansando con la familia, y también podrás elegir cuándo y qué vas a comer si es importante para ti llevar una dieta y un estilo de vida saludables.
¿Cómo crear una rutina diaria sólida?
1. Haz una lista de todas tus tareas diarias
El primer paso es recopilar información sobre lo que necesitas hacer diariamente. No te preocupes por cómo organizas esta lista; este paso consiste en recopilar información, no en una lista de tareas pendientes. Tómate 30 minutos con una libreta de notas y anota todo lo que haces cada día (y todo lo que te pierdes pero que deberías estar haciendo). Mejor aún, lleva contigo un pequeño cuaderno y toma notas durante todo el día.
Comienza por responder estas preguntas:
¿Qué tareas necesitas completar cada día para poder trabajar?
¿Qué tareas debes realizar cada día para que tus hijos vayan a la escuela?
¿Qué tareas necesitas hacer cada día para comer?
¿Qué mandados necesitas hacer diariamente?
¿Qué tareas deben realizarse para que puedas hacer algo de ejercicio?
¿Qué tareas debes realizar para mantener un hogar organizado?
Haz la lista. Al principio, nada es demasiado pequeño, si deseas incluir «cepillar los dientes» en tu rutina, eso es genial. Cuando estaba creando la mía, me resultó mucho más fácil escribir todo y editar más tarde.
2. Crear un horario
Lo más importante es crear un programa que funcione para ti y que puedas seguir.
3. Agrega un poco de flexibilidad
Es posible que tu proceso de trabajo o programa no se ajuste perfectamente a esto, y eso está bien; el punto es aprovechar tus tiempos más productivos para usarlos en tus tareas más desafiantes, y tus tiempos menos productivos para realizar las tareas más mundanas.
4. Pon tu nueva rutina en orden
Ahora combina tus actividades con los tiempos. Comienza con cualquier cosa que deba hacerse a una cierta hora cada día (como recoger a tus hijos en la escuela, salir al trabajo o almorzar). Luego ingresa tareas en función de cuándo crees que tiene más sentido abordarlas.
5. Prueba tu nueva rutina
Toma tu nueva rutina y ponla a prueba durante 30 días. Después pregúntate: ¿Cómo te sientes? ¿Programaste tus tareas y actividades en momentos que tienen sentido? ¿Necesitas ajustar las cosas?
Ajusta cualquier cosa que no esté funcionando caso por caso. Luego, realiza una evaluación después de 30 días para ver cómo funciona tu nueva rutina.
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¡Hasta la próxima!
Por Tere Derbez Zacher